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LORD
i1ACAULAY.
VII.
LA ARTILLERÍA.
El pre upue to de artillería en Inglaterra dmante
el siglo xvu
fué,
comparati amente
á
los d 1
j
rcito
y
armada, mucho menor que
n nu
tro
tiempo ,
pues aun cuando había en la mayor par
de las
guarniciones artilleros, y en los puntos de importan–
cia uno que otro ingeniero, ni había regimiento d
artillerla, ni brigadas de zapadores
y
min ros. ni o-
1 gio donde pudieran
a.prnd r Jo
oldados la part
cientiflca de la guerr
a. Ladificultad d mov r las pie- .
zas de campaña era xtraorclinaria entonces por foc–
to de u pesadez y de la gro eria cie su rodaje; pero,
no ob tante , cuando algunos años de pu s e tra ladó
Guillermo del Devonshir
á
Londres, lo
trenes y ma–
quinas de artillería que llevó con igo, aun cuando ya
eran usuales en el continente,
y
de una forma tal
que ahora los tendr!an por mol
tos y poco meno
que inútile en Wolwich, produjeron n lo
insular
admiración semejante
á
Ja qu
ausarou
á
los indio
de
Am
rica los arcabuces castellanos. Y con ser 1
repuesto de pólvora de catorc
á
quin e mil barriles,
próximam nte la duod cima part d la cantidad que
hoy e con idera indispen able tener en almacén, e
divulgaba con orgullo o alarde por ciertos escritore .
má patriotas que cliscr tos, porque lo reputaban oca-
ionado
á:
imponer re peto
á
las naciones vecinas. El