REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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pios para el trato de gentes. Así fueron los jefes en
-.cuya dura escuela se formaron los intrépidos guerre–
ros á q'Uienes describió Smollett de una manera tan
g-ráfica' en los personajes del capitán Bowling
y
del
comodoro Trunnion; pudiendo asegurarse también
que nunca tuvieron los Estuardos
á
su servicio
ni
un
oficial de marina con arreglo á las ideas modernas,
es decir, un hombre versado al mismo tiempo en la
teoria y en la práctica de su profesión, endurecido en
el peligro de los combates y de las tempestades,
y
con
esto culto y de buenos modales; que había en la ar–
mada de Carlos II marinos y caballeros; pero los ma–
rinos no eran caballeros, ni los caballeros marinos.
Hubiera podido entonces la marina inglesa, según
cálculos muy exactos que tenemos
á
la vista, soste–
nerse en buen estado con el auxilio de trescientas
ochenta mil libras al año; pero es lo cierto que se in–
vertían cuatrocientas mil, como se ha visto, sin prove–
cho ninguno. A su vez casi gastaba lo mismo la Fran–
·eia, y mucho más la Holanda (1).
(1)
He tomado principalmente de Pepys los datos relativos
á
la
mar~na
de la época de Carlos II. Su Memoria fué presentada al Rey
en mayo de
1684,
y no se ha impreso que yo sepa. El manuscrito
se halla en el colegio de la Magdalena, en Cambridge.
Allí
existe
también un manuscrito precioso que contiene una relación deta–
llada de los establecimientos marítimos del reino eu diciembre de
1684.
El escrito de Pepys, titulado:
Momoirs rolati>ig to th• stal8
~(
th• royal navy (or ten year., dotermi·ned decomber
1688:
su Dia·
rio y su correspondencia durante su comisión en Tánger están
impresos y los he consultado mucho . Véanse también las
She(
/ield's Momoírs, Teo>ige'S Diary, Aub.-ey'•
Li(•
o( Monk, The li(e o(
•ir Oloudesley ShotJol,
1708, y las actas de la Cámara de los Comu–
nes de
l.º
y 20 de marzo de 1688 y 89.