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LORD MACAUL,'>Y.
clonal, porque deslustraban sus :raras dotes intelectua–
les bajos principios y corazón insensible. Cuando la
reacción
to?·y
estaba en todo su apogeo , había consen–
iido en ser nombrado Sheriff con el solo propósito de ·
ayudará la venganza de la Corte. En el Jurado nunca
había dejado de pronunciar el veredicto de criminali–
dad; y un día de carnicerí a judicial, carros cargados
de brazos y piernas de
n;l1igs
descuartizados eran con–
ducidos, con g ran disgusto de su esposa, á su hermosa
casa de la calle de Basinghall . Sus servicios habían
sido recompensados con la Orden de Caballería, con
una toga de aldermán (1), y con el empleo de comisa–
rio de Aduanas. Fuera elegido diputado. por Banbury,
y aunque nuevo en la 'Cámara, era la persona en
quien más confiaba el lord Tesorero para la dirección
de los asuntos financi eros. (2).
Aunque los diputados estaban todos de acuerdo en
hacer un a nueva concesión á la Corona, no lo estaban
en modo alguno en cuanto
á
las fuentes de donde ha–
bía de sacarse esta concesión. Determinóse en seguida
que parte de la suma se obtuviese mediante un im–
puesto adicional sobre el vino y el vinagre por térmi–
no de ocho años; pero algo más que esto se necesi–
taba. Varios planes absurdos fueron propuestos.
Mu–
chos
caballe?·os del campo
estaban dispuestos á hacer
pesar un tributo oneroso sobre todos los edificios que
se construyeran en la capital. Tal impuesto e.reían
ellos que serviría para oponerse al engrandecimiento
de una ciudad que por mucho tiempo fuera mirada
con envidia y aversión por la aristocracia rural. El
plan de Dudley
1
orth era que se aumentasen, por tér-
(1)
Véase el Apendice al último t'lmo.-N. del
T.
(2) Roger North's,
Life o{
•ir
L>udley North; Li fe o{ lo'l'd Guild–
fort,
166; M· Culloch's,
Literature o{ P olitical Economy.