REVOLUCIÓN DE I GLATERRA.
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el desdichado gobierno de Jacobo en pocos meses
cambió por completo el rumbo de la opinión pública.
Por espacio ele muchas generaciones no se hallaron
los católicos en estado de pedir reparación á Ja injus–
ticia,
y
e consideraban felices si se les permitía vi–
vir sin molestia en la oscuridad
y
el silencio. Por fin,
en el reinado de Jorge IV, más de ciento cuarenta
años de pués del día en que la sang-re de Stafford co–
rria en Tower Hill, cumplióse Ja tardia expiación.
Una ley anulando la acusación de traidor
y
volviendo
á
la ofendida familia su antigua dignidad,
fué
pre–
sentada en el Parlamento por los Ministros de la Co–
rona, recibida con entusiasmo por Jos hombres polí–
ticos de todos los partidos,
y
aprobada sin que una ·
sola voz se levantara en contra
(1).
Es ahora necesario que trace el origen
y
prog·i:esos
de aquella rebelión que tan súbitamente interrumpió
las deli beraciones de ambas Cámaras.
(1)
St11t. 5. Geo. IV' c.
XLVI.
FIN DEL TOMO SEGUNDO .