322
LORD MACAULAY.
ras, por g 1·an mayoría de votos, dejando
á
un lado la
decisión de
1685,
declararon que la de
1679
e taba
conforme con las leyes del Parlamento.
XXXVI.
BILL DE REHABILITACIÓ
DE ST.AFFORD.
Entre los crímenes nacionale cometidos bajo la
imprc ión del pánico excitado por la
ficciones de
Oate , fuera el más señalado el as sinato judicial de
Stafford. La entencia de aquel infeliz noble era ahora
mirada como injusta por todas las persona imparcia–
les. El principal testigo que había moti-vado su perse–
cución estaba convicto de una serie de horrible per–
jurios. Era, pues, el deber de la legislatura, atendien–
do á e tas circun tancia , hacer justicia á la memoria
de una victima inocente,
y
borrar aquella m.ancha
inmerecida de un nombre por largo tiempo ilustre en
nuestros anales. Aprobóse en la
ámara alta un
bill
revocando la acusación de traidor que pesaba sobre
el nombre de
tafford, á pesar de los murmullos con
que algunos Pares se negaban
á
declarar que hablan
derramado sangre inocente. En la ámara de los Oo–
mun s el
bill
se leyó dos -yece
. in opo ición,
y
se
nombró una comisión encargada de emitir dictamen.
Pero el dfa señalado para aquel objeto llegó la noticia
de que una formidable rebelión había estallado en el
Occidente de Inglaterra. En su con ecuencia , fué ne–
cesario posponer muchos asuntos importantes,
y
lasa–
tisfacción debida á la memoria de Stafford seüi.firió,
á
lo que entonces se creía, ólo por algún tiempo. Pero