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LORD MACAULAY.
de satisfacer el impuesto el dia que se les reclamaba,
y
que, cuando llegaba el caso, les embarg·aban sin
piedad los muebles
y
se los vendian, por estar arren–
dado el tributo
y
ser de todos los acreedores el arren–
datario de contribuciones el que goza más fama de
mezquino
y
rapaz, aumentábase la odiosidad al tri–
buto con el odio que infundían sus arrendatarios, de–
bido á la manera insolente
y
dura -con que desempe–
ñaban sus harto impopulares d.eberes. Decíase con
este motivo que cuando se presentaba un cobrador
del impuesto á la puerta del pobre, lloraban de miedo
los niños,
y
las mujeres ocultaban aquellas prendas
y
objetos que valían más; como que, á veces, llegaron
ros del fog·aje
á
embargar
y
vender la cama del mo–
roso. El producto neto de tantas vejaciones no exce–
dia de 200.000 libras anuales (1).
(i)
En la
Biblioteca
de Pepys hay algunas baladas de esta
época, relativas al impuesto del fogaje. Transcribo dos como·
muestra. Dice así una:
cThe good old <lames, whenever they the chimney man espiad,
Unto their nooks they hasta away, their pots and pipkins hide.
There is not one ald dame in t en, and
se~rch
the nation through,
But, if yon talk of chimuey men, will spare a curse or two .•
(Cuando ven llegar las viejas al recaudador del impuesto del
fogaje se dan prisa
á
esconder los pucheros donde no los encuen–
tre. Y no hay una por cada diez, aunque se recorra la nación en–
tera, que, si $e le habla
U.elcobrador del impuesto del fo¡;aje, no
alivie su pecho con una 6 dos maldiciones
á
su i.ntención.)
Dice así otra:
•Like·plundering soldiers they'd enter the door,
And make a distress on the goods of the poor,
Whíle
f~ightAd
poor chíldren distractedly cried:
This nothing abated their insolent pride.•
(Entran como soldados al saqueo, y se apoderan del mobiliario
del pobre: 5ritan los niños amedrentados; pero ellos no deponen
por eso su insolente orgullo.)