UN ENSAYO
por
OTTO VON EUCH\N
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La cinclad del
Cur.coestá situada al pie y en las faldas de una
altura que divido el valle del Huatanay del valle del Huillcamayo
(Huillcanota, Urubamba o Santa Ana). Tal situación es frecuente
en las poblaciones indias y se parece en algo a Quito y Cajamarca.
El motivo para
t.alelección hay que buscarlo en la observación que
las heladas en las pacmpas son más perjudiciales que en las faldas
de los cerros. Recuerdo haber visto, entrando a Cajamarca desde
r.l lado
tlel
cerrito donde pernoctó Francisco Pizarro, los sembríos de
maíz en toda su verdura y en la mañana siguiente quedaban los de
la pam pa blancos, helados, mientras que las fa1das conservaban toda
su lozanía.
E l Cuzco es muy frío, hasta el extremo de hallar congelada
frecuentemente, el agua en el lavatorio de mi cuarto. La cebada
no madura y se corta como pasto verde pam las bestias. En cam–
bio el m'aíz, morocho y la quinua dan buenas cosechas así como las
papas, y siendo fértiles los terrenos, produce el valle del Cuzco lo
necesario para una numerosa pobl:wión india. El clima por lo regu–
lar es sano, pero de cuando en cuando ha habido epidemias en una
escala de la que hoy, con cien0Ü1 atlelantada, apenas podomo8 for–
marnos un concepto. H ace cerca de cincuenta años, que yo residía
en el Cuzco, y entonces me contaron qno en un tiempo no muy
remoto había habido una epidemia de tifoidea tan fuerte, que ya no
se encon traba. gente para enterrar a los lllnertos. En fin, emplearon
a los presos de cadena para este oficio y de los cuarenta que había,
. uno Bólo quedó con vida.
Todos conocemos las causas por las que ha disminuido la pobla–
ción iudia desde la conquista, pero para épocas pro- históricas, no
debemos olvidar la influencia ele las epidemias que de tiempo en
tiempo despoblaron el Continente Sud- Americano. Si a estas des-