zando los barrios centrales de la ciudad; la
línea N° 2 tiene recorrido entre la calle Víc–
tor Sanjinés de Sopocachi y la avenida Bue–
nos Aires, por barrios distintos del centro
y norte, tornando las avenidas Arrnentia y
Perú; la línea N° 3 recorre ·en dirección a
la extensa zona de Miraflores, tornando ru–
tas y vías diferentes
y
alejadas del radio
de las anteriores; la línea N° 4 conduce a
Caiconi por las rutas centrales y de peri–
feria urbana; la N° 5 conduce al Cementerio
del Oeste; la línea N° 6 articula las zonas
de la avenida 16 de Julio y del centro con
la zona de Miraflores; la línea N° 7 se di–
rige a la zona Nueva Paz y parte de Sopo–
cachi; la línea N° 8 une el
c~ntro
comercial
y cívico con la zona industrial y fabril; la
línea N° 9 hace el recorrido por los barrios
populares del oeste de la ciudad.
En el porvenir será necesario prolongar
la línea de tranvías a Calacoto y La Florida
y organizar líneas de omnibuses hacia esa
misma dirección, sobre todo cuando se ter–
mine la autopista, para circulación a gran
velocidad.
Los carros de las distintas líneas se dis–
tinguen por el color y llevan la placa del
N° en parte visible, aunque no son de tipo
uniforme por el hecho anotado, de ser mu–
chos los empresarios, lo que en lugar de uni–
formar diversifica el
~ervicio
en modalida–
des diferentes. No obstante, los
regl~mentos
de tránsito han previsto reglas unifonnes
para conductores, cobradores, control de
itinerario y horario, y otros pormenores
relativos a una buena organización.
Automóviles de alquiler
y
particulares.
El servicio de automóviles de alquiler
ofrece algunas ventajas: no existen
t~pos
de
carros especialmente fabricados para alqui–
ler y se utiliza,
indistintamente, modelos
antiguos y modernos, de la mayor variedad,
que s-e distinguen solamente por la placa
de color elegido para esta clase de vehícu–
los. Pronto se implantará el servicio de lla–
mada por teléfono a los sitios de estaciona–
miento que son: plaza Murillo, plaza Ve–
nezuela, plaza San Francisco, plazoleta de
la Municipalidad, plaza Sucre, plaza del
Estudiante, avenidas 16 de Julio, Juan Ma–
ría Zalles, Buenos Aires, calle Sanjinés,
plaza Alonso de Mendoza, estaciones de
ferrocarril, etc.
Son numerosos y exceden a los de alqui–
ler los automóviles particulares, todo lo cual
plantea dificl).ltades de circulación y esta–
cionamiento que las autoridades del servicio
de Tránsito remedian constantemente, debi–
do a que las calles antiguas del centro son
estrechas y tortuosas, en -especial allí donde
cruzan líneas de tranvías; aglomeraciones
que se repiten en las horas de mayor circu–
lación durante el día. El estacionamiento
de los carros de carga y las operaciones de
descarga tienen
h~rario.
limitado.
El transporte de mercadería se hace en
camiones de tracción pesada, durante las
primeras horas de la mañana y en la noche,
después de las 22 horas. Una característica
de la ciudad es que por ser accidentada la
topografía ha tomado gran incremento el
transporte motorizado, por ser peligroso-el
recorrido de caballos y carretones en las
vías de gradiente máxima apreciable; ·así
como en las que tienen p'avimento de con–
creto; y esto ha influído para que la cir–
culación de vehículos movidos a motor haya
tomado inusitado incremento en la pobla–
ción. Las probabilidades de que esto vaya
en aumento son positivas, porque las ven–
tajas de esa clase de-transporte saltan a la
vista, restando que el precio de la gasolina
se mantenga estable para no perjudicar a
la circulación.
Estaciones de ferrocarril.
Son cuatro
las estaciones de ferrocarril, a saber: Cen–
tral, que depende de The Bolivia Railway
Co., a la que llegan los trenes de las líneas
de Oruro, Viacha, Cochabamba, estaciones
intermedias, de Buenos Aires, Antofagasta;
Arica-La Paz, en que convergen los trenes
de Arica y estaciones intermedias; Guaqui,
recibe- los trenes del puerto homónimo, de
The Peruvian Corporation, en conexión con
los vapores del lago Titicaca, Puno, Mo–
liendo y recientemente Matarani; Yungas,
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