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construirá edificios pequeños, adjudicán–

dolos con facilidades de pago, mediante

amortizaciones periódicas y compatibles con

la economía d·e

emple~dos

y obreros. Como

se ve, la magnitud de este proyecto lo des–

taca cual uno de los que con mayor proba–

bilidad contribuirá a la transformación y

embellecimiento de la ciudad.

'

Los sitios de recreo en los alr·ededores

son variados: al norte los campos contiguos

a la usina y filtros de Achachicala, existen

numerosas quintas y lugares de esparci–

miento; al este, en Miraflores, en las zonas

contiguas al río; al sud en Obrajes, Cala–

coto, S.eguencoma y La Florida, regiones de

gran belleza, hay sitios

y

rincones muy pin–

torescos para pasar algunas horas de fin

de semana, en cordial y amable "camping".

Los parques de San Jorge, plaza Abaroa,

Montículo de Sopocachi, Colón, Forestal,

Vivero Municipal, plaza Sucré, plaza 14

de Septiembr·e, Jornadas de Julio, Alonso

de Mendoza, Riosinho, Antofagasta, Estu–

diante, plaza Isabel la Católica y muchos

otros menores, brindan al público follaje y

gratas horas de descanso.

Los pocos monumentos no ofrecen acierto

en la concepción ni en la obra. En la plaza

Venezuela se levanta el Libertador que mon–

ta el magnífico caballo esculpido por Fre–

miet; el Mariscal de Ayacucho, Antonio

José de Sucre, destaca la silueta ecuestre

sobre un basamento de granito; Isabel la

Católica emerge del follaje ante la pers–

pectiva de una avenida; el símbolo de la

Libertad se perfila en la plaza Antofagas–

ta; Abaroa y Ballivián, en estatuas bien

logradas, surgen en los parques del mismo

nombre; P·edro Domingo Murillo, el má–

ximp héroe nácional de la Independencia,

que encabezó el primer gobierno republi–

cano en América en 1809, está perpetuado

en el mármol y el bronce en la plaza de

armas; todos ellos trasuntan motivos y re–

cuerdos de la vida boliviana, tan gratos 'al

sentimiento cívico.

Entre los motivos de ornato urbano se

destaca el magnífico esfuerzo desplegado

por vecinos progresistas y de buen gusto

que lograron formar jardines de estilo de–

purado, donde cultivan flores de proverbial

belleza, famosas por su perfume y tamaño;

flores que nada pued·en envidiar a otras de

poblaciones privilegiadas.

Las disposiciones de orden municipal

acuerdan estímulo y premios pecuniarios

a los propietarios que presentan y exhiben

jardines de gusto depurado al público, para

que los transeúntes puedan gozar del mag–

nífico conjunto. Respondieron a este estí–

mulo miles de propietarios cuyo afán es

mejorar las especies de flores, en una mag–

nífica variedad que muestran los mercados

de la ciudad, donde las floristas hacen alar–

de de refinamiento en la preparación de

"bouquet", ofr·endas florales diversas, y

"

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. d d

"l

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ramos

e gran vane a y esti o que e

público busca codiciosamente.

En suma, los alrededores brindan bonitos

y a:tiactivos sitios de recreo y esparcimien–

to, a los que acuden para empaparse de

los dones de la naturaleza. Quienes prefie–

ren presenciar encuentros deportivos se

congregan en los estadios de fútbol, en las

canchas de tenis, basquet, el redondel de

toros, en los frontones de pelota vasca, en

el Hipódromo o, si quieren emociones más

fuertes, se van a los campos de Chacaltaya,

nevado próximo donde los "skiadores" tie–

nen amplio y hermoso_ medio de entrena–

miento, atractivas pistas para sus activida–

des y energías; o descienden trasmontando

la cercana cordillera a las fabulosas v·egas

de Yungas, a 40 kilómetros de las nieves

eternas, donde pueden admirar hermosas

cascadas y la portentosa flora tropical.

Estos contrastes que matizan la vida del

trotamundos y el turista son tan triviales

en el paisaje urbano que los paceños se ha–

llan habituados y no les parece nada extra–

ordinario, pero hay que verlos para sentir

su hechizo.

VIII. ECONOMíA URBANA

Varios bancos regulan el movimiento de

las transacciones comerciales y el más fuer-

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