especial cuando se produzcan huelgas y pa–
ros que devienen en luchas enconadas en
las calles de la ciudad. La más elemental
prudencia aconseja no concentrar las barria–
das obreras sino distribuirlas en varias zo·
nas industriales.
Cooperativas
y
Cajas de Seguro
y
Ahorro.
Las cooperativas están autorizadas por
las leyes y se han generalizado ·en la ciudad.
Actualmente existen la de Empleados Pú–
blicos y muchas otras sostenidas con recur–
sos particulares, de sindicatos, gremios o
sociedades mutualistas, cuya misión de asis–
tencia social se halla de antiguo establecido.
Las Cajas pagan a los asociados primas e
indemnizaciones por accidentes de trabajo
y
son entre otras la de Seguro y Ahorro
Obrero, Caja de Jubilaciones Administra–
tivas, Caja Municipal de Pensiones y Jubi–
laciones, Caja de Ferroviarios, Caja dd
Magisterio, Seguro Militar, etc., para citar
solamente las principales.
Beneficencia.
·
Hay visitadoras de Asis–
tencia Social que atienden las necesidades
de familias cuya economía no es buena y
varias meritorias sociedades de beneficen–
cia, San Vicente de Paul, Protectora de
la Infancia, Vicentinas, que sostienen es–
tablecimientos de caridad como Asilo de
San Ramón, Gota de Leche, Preventorio de
Niños Débiles-, Casas Cunas, salas de ma–
ternidad, Cruz Roja Boliviana. Llevan au–
xilios materiales y espirituales a los hoga–
res proletarios que requieren esta .asistencia
humanitaria, sin hacer alardes de publici–
dad, convencidos de que rea-lizan una obra
digna del espíritu filantrópico y cristiano.
Estas sociedades promueven colectas de re–
cursos o artículos alimenticios entre los in–
dustriales, comerciantes y personas gene–
rosas.
Asistencia.
Ya hemos dicho que los ser–
vicios de asistencia pública, por acciden–
tes sufridos en vía pública, se hallan or–
ganizados bajo la Dirección General de Sa–
lubridad, la que dispone de hospitales. Por
su lado, el Ejército de Salvación y las es–
cuelas cristianas, dependientes de fundacio-
nes evangélicas, llevan al pueblo una edu–
cación basada en principios morales de gran
eficacia, sosteniendo establecimientos no
propiamente de caridad sino destinados a
proporcionar trabajo a los necesitados y
con esta tarea colaboran en la gran obra
de establecer y sostener q.n servicio de asis–
tencia social compatible con la importancia
que ha alcanzado el medio urbano.
XI. EDUCACióN FtSIC'A Y DEPORTE
La educación física de la juventud se des–
arrolla desde la infancia en los gimnasios
de los establecimientos escolares de todos
los ciclos, kindergarten, primario, secun–
dario y universitario. Funciona en la ciudad
un Instituto de Educación Física que pre–
para y gradúa a los profesores de los esta–
blecimientos de enseñanza; la educación se
sujeta a programas y reglamentos unifor–
mes para todo el territorio de la r·epública.
El Comité Nacional de Deportes dirige
las actividades deportivas de toda la repú–
blica, en las distintas manifestaciones que
ofrece y cuenta con personal y locales dis–
tribuídos en las principales ciudades.
"La Paz Foot-Ball Asociation".
Las so–
ciedades y centros que fomentan el depor–
te de balompié dependen de organismos
centrales. Así, "La Paz Foot-Ball Asocia–
tion" promueve las actividades de los
clubes de fútbol "amateur", porque el profe–
sionalismo, característico de otras capita–
les, no ha arraigado en Bolivia. Este depor–
te se ha popularizado y las grandes masas
de pueblo que acuden al Estadio demuestran
que tiene el favor general de la afición.
Federación de Box.
La Federación de
Box concentra las manifestaciones y activi–
dades de est·e deporte y cuenta con socieda–
des afiliadas donde se practica un activo
entrenamiento. Algunos boxeadores de esta
Federación actuaron en las competencias
bolivarianas de Lima, conquistando títulos
·en 'ciertas categodas. Se advierte entre los
aficionados una inquietud por alistarse en
planteles de entrenamiento y no es corriente
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