ciones microfotográficas, fichas de clasifi–
cación y archivos, se halla convenientemente
organizado en locales amplios y cómodos,
con todo lo cual se asegura un servicio
correcto, rápido y serio, como una garantía
para cuantos lectores acuden a est·e local.
El número de volúmenes de la biblioteca
es de 32.000, pero todavía no se ha editado
el Catálogo General, aunque &e asegura que
pronto se hará la publicación de tan impor–
tantes datos documentales.
Otras bibliotecas públicas.
La Biblio–
teca del Congreso funciona en un local con–
tiguo a la sala de sesiones de la Cámara
de Diputados y cuenta con miles de volú–
menes en varias materias, especialmente
ciencias sociales, político-administrativas y
derecho, en la que los legisladores hacen
las consultas.
La Biblioteca d-e la Universidad ha en–
riquecido sus colecciones con miles de vo–
lúmenes recientemente adquiridos, en todas
las ramas del conocimiento; la Biblioteca
del Instituto Normal Superior, la biblioteca
del profesor Arturo Posnansky, cuyos vo–
lúmenes sobre etnografía y arqueología son
notables, la Biblioteca del Círculo Militar
ofrece también obras de sustantivo valor.
La municipalidad ha establecido bibliote·
cas de zona ·en los barrios populares donde
hay densidad de población que no frecuenta
establecimientos de enseñanza, en especia]
para las clases trabajadoras que dispo·
nen de limitadas horas para la lectura.
La~
organizaciones obreras y sindicales tienen
su propia biblioteca, formada con donacio–
nes y aportes de los socios. Hay que agregar
las bibliotecas del Estado Mayor General
del Ejército, la del Colegio Militar, Comn·
nidad r·eligiosa de la Recoleta, que contie–
ne valiosos ejemplares de libros antiguos
y documentos de gran valor histórico, la
Comunidad Franciscana, Agustín Aspiazu,
Orden del Estudio, Sociedad Geográfica, .
Academia de la Historia y muchas otras que
escapan a esta enumeración sumaria.
Museo
y
Salones de Arte.
El Museo
Tihuanacu, situado en el edificio de este
nombre, posee notables archivos y documen–
tos, así como una colección etnográfica y
arqueológica americana. El Museo y las co–
lecciones arqueológicas del coronel Fede–
rico Diez de Medina revisten gran acuciosi–
dad entre los investigadores especializados
en tihuanacología; El Museo Rada, recien–
temente adquirido por el gobierno, se com–
pone de valiosas colecciones y existen otras
de preciosidades y antigüedades, en las que
no es raro encontrar magníficos ejemplares,
dignos de figurar en un gran Museo.
La Municipalidad se propone crear el
Museo de la Revolución de Julio de 1809,
en el edificio dond·e vivió el protomártir de
la Independencia, y este proyecto cuenta con
el apoyo de prestigiosas entidades cultura–
les y cívicas.
Entre los salones de Arte librados al ser–
vicio de la población, figuran en primer
lugar el que sostiene el Ministerio de Rela–
ciones Exteriores, cuyo Depaitamento de
Extensión Cultural ha auspiciado notables
muestras de cuadros, dibujos y esculturas,
de artistas nacionales y extranjeros de va–
lía; la Alcaldía de la ciudad está conclu–
yendo la Pinacoteca en el local anexo a la
radioemisora municipal y ha librado al ser–
vicio un Salón de Arte que ha presentado
muestras de verdadero mérito, en grabado,
repujado, pintura y otras facetas sugerentes.
Se ha dicho que es prudente impedir la
salida de las colecciones que han logrado
formar estudiosos como Buck y Leo Pucher,
porque pertenecen al acervo de la nación y
levantar el inventario de los objetos artís–
ticos que se hallan en poder de particulares.
La ley del monumento nacional ampara la
conservación de las obras tradicionales, las
que no pueden ser restauradas sin un dic–
tamen de la dirección de Bellas Artes.
Instituciones Cultúrales.
Las institu–
ciones en que se inculca enseñanza superior
son la Academia de Bellas Artes, Conserva–
torio Nacional de Música, Academia de
Danza Clásica, Ateneo Femenino, Ateneo
de Bolivia, Penn Club, Sociedad Geográfi–
ca, Sociedad Teosófica, Orden del Estudio,
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