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dividido ya en departamentos y los prefec–

tos eran sus principales autoridades.

Santa Cruz demostró infatigable activi–

dad. Constataba las necesidades de la ciu–

dad y quería remediarlas de inmediato. En–

vió un oficio al Cabildo pidiendo iniciativas.

Iniciativas, sin embargo, le sobraban; falta–

ban dinero y brazos. Sugirió la formación

de un censo para normar

-el

sistema de las

contribuciones. Frente a la presencia

de

la

justicia colonial, que apreciaba con pre–

juicios y diferencias a la gente, hizo notar

al Cabildo que todos son iguales ante la

ley y que una sola ley rige para todos.

Llevó sus inquietudes a planear la creación

de una academia forense, que se hará reali–

dad, por decreto, a fines de

1826.

Estas

iniciativas planeábanse en días, a veces en

instantes. Con sorprendente energía orga–

nizadora, se ocupaba de los caminos; estu–

diaba y

arreg~aba

las rentas del hospicio.

Bajo su vigilancia, se efectuó el empadro–

namiento de La Paz, sin que, empero, nos

hayan llegado sus datos estadísticos, ex·

traviados en los escaños y estanterías de las

covachuelas. Restablecía el alumbrado pú–

blico, por medio de faroles; impulsaba la

construcción del puente del Hospicio. Apli–

có el decreto de

15

de diciembre de

1825,

expedido por Bolívar en Chuquisaca, crean–

do un tribunal de justicia departamental,

con jurisdicción en La Paz, Cochabamba y

provincias de Oruro, Paria y Carangas. Era

una paso fundamental en el tránsito a la

República.

Habría que preguntarse dónde no pe–

netró la mirada zahorí de Santa Cruz. Cum–

plió los decretos de

27, 28

y 30 de abril

de

1826,

que establecían planteles de ense–

ñanza, de ciencias y artes, un orfanato, un

asilo d·e mendigos y escuelas primarias en

provincias.

Andrés Santa Cruz permaneció en la Pre–

fectura sólo tres meses y trece días, en los

cuales dejó la huella honda d-e su dedica–

ción. Por orden del Mariscal de Ayacucho,

debía r·eemplazarle el general Gregario

Femández. Antes de abandonar el cargo,

empero, emprendía obras inmediatas, velo–

ces. La enseñanza le preocupaba sobre to–

das las cosas. Contribuyó a la formación

de dos escuelas primarias: una en el Con–

vento de Santo Domingo, a cargo del pre–

ceptor Fr. Ildefonso Jáuregui, y otra en

la Merced, a cargo de Fr. Narciso Pacheco.

Había, pues, en la ciudad creciente la–

boriosidad, deseo de abarcar todas las ac–

tividades,' de hacer lo que la colonia había

interferido. Era... inusitado que todos pudie–

sen llegar a la escuela, cuando anterior–

mente este privilegio era acc·esible sólo a

las personas acomodadas, a los españoles

de nacimiento, a los criollos y a unos pocos

más. Los curas, por lo demás, poseían los

instrumentos de la cultura. Las primeras

letras se aprendía en los conv·::mtos, conjun–

tamente con religión, moral, las cuatro re–

glas y algunos otros conocimientos, no abun–

dantes en verdad.

Caminos, instrucción, recaudaciones, en

suma, la formación 'de la República, inte–

resaban a estantes y habitantes. En el mes

de mayo el Cabildo inició

~1

debate sobre

el sistema de las contribuciones. El gobier–

no había propuesto la contribución directa,

y la iniciativa fué discutida y estudiada en

dos sesiones, de las cuales, como dato in–

formativo primo salta la afición a la esta•

dística. Aprobóse el impuesto directo. Era

para entonces otro paso d·ecisivo en la trans–

formación de la colonia.

El Cabildo creaba, en enero de

1826,

el

Tesoro Municipal para centralizar los in–

gresos · que estaban diversificados. El Pri–

mer administrador fué don José Sanjinés.

Continuó con actos de rutina, como el no:m–

bramiento de comisarios de barrio; en el

aspecto cultural, asignó algunas becas para

que estudiantes paceños concurrieran a la

Universidad de Chuquisaca; dispus.o la ad–

quisición de una imprenta; aprobó el diseño

del nuevo panteón y destinó 800 pesos para

iniciar la construcción. Al mismo tiempo,

considerando que los presos estaban dedi–

cados a trabajos forzados, rechazó ese tra–

bajo, como denigrante e inhumano. Fue-

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