El Virrey Toledo en La Paz.
apenas se logró la pacificación; y aún así,
en estado de retiro, acompañó a Segurola en
la expedición a Yungas, donde demostró
nuevamente su pericia de conductor militar
y
afianzó su prestigio de valiente.
Radicado en la ciudad, gozó del renombre
de sobresalient-e jurista, muy consultado por
los litigantes, que le daban el título de
~'Doctor",
aunque el suyo era sólo el de
Abogado, y ello se sabe por propia decla–
ración del terrible fiscal de la acusación
contra los revolucionarios de Julio, Basa–
goitia, que se refiere a las
"falsedades que
cometió para titularse de Abogado1 en Chu–
quisaca".
Murillo efectivamente, estuvo
en Chuquisaca el año 1806, tal vez con
motivo de los sucesos revolucionarios del
año anterior, quizá por atender personal-
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