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Interior de un convento colonial de La Paz
matrimonio con doña María Josefa Olmedo.
Durante la sublevación indígena de
1781, don Pedro Domingo, que se encon–
traba en Irupana, se alistó con el grado
de teniente de la primera compañía de fu–
sileros. Como las familias residentes en
Yungas estuviesen próximas a sucumbir de
miseria, por efecto de las sublevaciones in–
dígenas, que cortaron toda comunicación,
Muriiio se hizo cargo de la difícil miSion
de conducir a todas las familias europeas.
y crioiias hasta Cochabamba, acreditando–
en eiia un valor extraordinario que le per-–
mitió no solamente batir a los enemigos,
sino perseguirlos en ¡queiios tortuosos y·
difíciles caminos. Regresó de Cochabamba;
en función de ayudante mayor del Coman-–
dante José Reseguín, solicitando su retiro.
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