••
PRIMERA PARTE
..
LA HISTORIA EN EL
INCARIO
CAPITULO
I
¿H'llbo historia entre los Lncas?, o para meior expresar, ¿hubo escritura
o tradición fidedigna en el Tawantinsuyo? Muy difícil se hace hoy el
afir–
marlo o
neq~lo;
primero, por el concepto actUal que tenemos de la historia
y, segundo, por el punto de 'mira en que queramos colocarnos, ya sea, d(tl–
de el lado europeo o desde el amerl..cano. El concepto de la historia ha sur–
gi<1o y evolucionado oon el tiempo, desde
la
swple narración hasta· el con–
cepto abstracto y simbólico, materialista o espiritualista. Por esto, tenemos
que acomodamos
y
penetrar en la etapa cronolÓgica que revisamos; por otro
lado, para revisar
y
estudiar una época pasada
~
América, casi siempre nos
situamos desde el mirador europeo o europeizante
y
muy pocas veces desde
nuestra verdadera posición, cual es la qenuina americana. ¿Por qué preten–
demos precisamente que la escritura americana sea exactamente igual que
en otros continentes?
La
cÓmunica.ción escrita entre los hombres de·un
sec–
tor y otro del qlobo no es ni superior
ni
inferior, sino
diferente:
he ahí la cla–
ve de su verd.ad.era interpretación.
Lo
que
nos interesa como historiadores es,
si esa comunicación gráfica, no oral, que ha existido por ejemplo
eñ
el Tawan–
tinsuyo, ha sido o no fidedigna, cierta, auténtica, para que podamos delimitar
el campo histórico del prehistórico (no
olvide~s
que esto último es "casi
historia'').
·
Partiendo
de
esta interrogación metódfca, podemos contestar que en el
Incanato hubo historia, hubo tradición continuada
y
hasta refinamiento
histó–
rico, con tod&s sus virtudes
y
victos,
como en Europa
y
Asia; pero, desgra–
ciadamente, eas historia verdadera
ha
lleqado
hasta nosotros frac:c:iouada
y
•
yec:es
dedc¡urada.
La
cultura orienta:! se habría perdido
y
su historia no se habría conocido
si no es debido a la investiqación de pensadores Uustres. .
La
cultura Qrieqa,