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JULIAN SANTISTEBAN OCHOA
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larga entrevista personal con el Itica, en el puente de qhuquichaca, donde se
:pactaron algunas negociaciones, principahnente referentes a tierras y rentas
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pará que el Inca pueclla vivir con decencia; desgraciada, o qui,zás felizmente,
estas capitulaciones no llegaron a perfeccionarse, porque las circunstancias de
los hechos hicieron variar completamente el ritmo que llevaban.
Que Titu Kusi . quiso capitular con la Corona de España, pero en mejor
forma que su antecesor y -hermano Sairi Túpai, se prueba precisamente con
su famosa "InstrucCión" o relación cronical de la conquista del Perú, en don–
de tan descollante papel jugó su padre el Inca Manco II. Por ella se sal:ie que
nombraba apoderado suyo a,nte el Rey de España al Licenciado y Gobernador
elon Lope García de Castro, para que éste en vista y lectura de la "Instruc–
ción" probarct que Titu Kusi era hijo "legítimo" de Manco II y que éste, a su
.vez, era el legítimo sucesor del1mperio de Wayna Kápaj, adtes que el mismo
Inca Wáscar; que Manco su padre, dió posesión a .los españoles en Ja tierra,
y
que si se suble_vó, fué por las injusticias coirietidas contra el país, su_s
inll–
iituciones y su persona real. De este afanoso probar sus derechos provienen,
·precisamente, los grandes errdres en que incurre en su crónica o relación;
como que Manco gobernaba ya en el C-qsco - cuando los españoles desem–
barcaron en las costas peruanas, que era el'único sucesor legítimo; de la em–
bajada pacífica de los
español.esdesde Caiamarca al Cusco ordenada por el
Inca Manco, etc. En cambio, se muestra bastante imparcial en los hechos, pu–
·d.iendo enaltecer a sus hermanos de sangre, los indios, y es sumamente
patético e interesante
y
el único que del otro lado, el de los vencidos, nos
'<la noticias de la marcha de la conquista y del levantamiento de su padre,
poniendo e1 gran cerco al Cusco, y otro tanto a Lima; así, sabemos por él @!Uié–
nes fueron los generales indios de MaRco II, ·cuando al tratar del cerco del
Cus~o
nos dice que tomaron los e1,1atro caminos de los cuatro Suyos que
pe–
netraban a la sagrada capital del Kossko: ''Por la parte de Carmenga, que es
hacia Chinchaysuyo, eniraron
Coritao
(Kori Atao) y
Cnillas
(Willas) y
Taipi
y
otros muchos que cerraron aquel póstigo (parte N. Q.e la ciudad). Por la
:parte de Codesuyu (parte O. del Cusco), que es hacia Caohicachi (hoy pue–
blo de .San Sebastián) entraron
Huaman Quilcana
(W
aman Kellkana) y
Curi
Huallpa
(Kori Huallpa) y otros muchos que cerraron una gran m'ella de
m~s
de media legua de box todos muy bien aderezados, en orden de guerra. Por
la pa.rte de Collasuyu (el S.) entraron
IJicllic
y otros muchos capitanes con gran–
dísima suma de gente, la mayor cantidad que se halló en este cerco. Pm: la
parte del Andesuyu (parte E.) entraron
Anta Aclla
y Rompa Yupangui (Rump'a
Yupanki) y otros muchos, los cua1es acabaron de cercar el
ce[co
que a
lo~
españoles les pusieron". De los españoles no dice el número, sino que "eran
mucha gente y que tenían muchos negros consigo", y de los indios díce "que
en nlimero serían más de cuatro cientos mil".
En esta relación el Inca cronista de Vilcabamba fué asesorado y dictado
por el doctrinero general, su confesor y padre espi¡:itual, Fr.
Marcos García.
de la Orden de San Agustín, en quien el Inca tenía toda su confianza, mien-