CRONISTAS DEL PERU
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Reveladora es la conversación que tuvo Pedro. Pizarra con Francisco de
Carbaial,
~ando
éste, al comenzar la revolución de Gonzalo Pizarra, ·quiere
irse a ·España y le niegan el pase, y el Demonio de los Andes, en un arran–
que característico suyo, jura hacer cosas nunca jamás vistas por los hombres
v,ivos ni por los que vendrán.
...
Pedro Pizarra, intercala su Relación, que· termina con el desastre de Xa–
quiiahuana, con anotaciones sobre la Religión y supersticiones de los indios,
.de los "oráculos" o "demonios" que hablan, los alimentos, vestidos y ces- ,
tumbres de éstos. Así, es el primero en denominar
"quichua
simi"
al idioma·
general del Imperio. Nos da también relación de los principales conquista–
dores avecindados en el Perú y algunas de sus características:
41.-Cristóbal de Molina, el almagrista.-Ya
nos oc1,1pamos, al hablar .de
su homónimo el cusqueño, de la confusión que había entre estos dos cronis–
tas clérigos y cómo ha llegado a descubrirse la diferencia que existe entre
los ·dos Molino. El Almagrista, o el e¡:;pañol, si bien en su relato tiene mu–
chos datos acerca de los ritos, ceremonias y costumbres incaiCos, se concre–
ta principalmente a narramos la conquista del Perú y de Chile, habiendo sido
capellán de la expedición que a este país hiciera don Diego de Almagro, de
qui~n ~s
su panegirista; razón por la cual se le ha dado el epíteto con el
que es ya conocido generalmente.
La biografía de Cristóbal de Melina, el almagrista, se ha llegado a am–
pliar bastante gracias a la acuciosidad de Jiménez de la Espada. y, sobre todo,
a la de los 4tvastigadores chilenos Amunátegui, Barrós Arana, Toribio Me–
dina, Thayer Oieda y otros; así como por' distinguidos historiÓgrafos.
Si~te
tizando diremos que nuestro cronista nació en la villa de Legamiel, cerca de
Huete, el año
' 1494,
,del matrimonio de don Mateo Hernández y de Catalina
Sánchez. Poco se sabe de su infancia, pero sí que ordenóse de presbítero y
recorrió Flandes e Italia y, ya de edad madura, vino a América, residiéndo
un tiempo en
S~nto
Domingo y Panamá; que estuvo en la nave de Espinoza
por venir al Perú, pero que tuvo que regresar del río San Juan; que retornó
nuevamente a España y más tarde llegÓ al Perú apenas conquistada ésta, a
la edad de
41
años, y que en
1535
acompañó a Almagro en la
}:l~e,dición
que
del Cusca partiera para el descubrimiento y conquista de Chile.
En
1535
lo hallamos en Lima desdé donde envía una carta Relación al
Rey, de todos los descubrimientos hechos por la costa desde Panamá hasta
el río Maule, más un
dibujo
de todo lo que Almagro descubriera, "figuradas
las naciones, · gentes, trajes, propiedades, ritos y cerem.onias; cada cual en
su manéra de vivir e la1 manera de los caminos e calidad de las tierras". En
1551,
doña Francisca Pizarró, hija del Marqués, lo nombra en su testamento
guardador . de una. capellanía fundada por su padre. Con don García Hurta–
do de Mendoza, hijo del Virrey Marqué.s de Cañete, que fué de Gobernador
a Chile, ..retorna Melina a ese país, y allí,' como en el Perú, demuestra gran
amor y abnegación por los ind.ios, teniendo improperios crudos para los co-
'