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CAPITULO XI

Aquel año

el Huaraku se

revistió de inmitadó esplendor .

Se quería

remozar

el Imperio

. mediante la juventud .

Había terminado el ayuno

ritual i el Ha amaneció alegre

como un

hucUlakill~

retozón .

El Sol, artista

regio,

tue

cubriendo

con una

capa de su

oro incomparable las más altas

i solitarias cumbres .

La

Tierra se ofrecía en ese

istante, como \a piel extendida

de un puma

gigantesco, cuyas

garras fueran los picachos dora–

dos por el Sol.

La Mañana se estiraba bos–

tezando i

~acudiéndose

del sue–

ño de la Noche . 1 así iba emer–

giende lentamente del seno de

los valles aún ·ensombrecidos.

El humo de las cocinas co–

menzó a palpitar lleno de vida,

i pronto el Sol

refulgió en los

oros de todos los vestidos, e hi–

zo estallar los mil colores de la

pintoresca multitud

· abigarrada.

que comenzó

a moverse, colo–

reando la tierra, i dando la im–

presión de que su costra era la

piel de un extraño

animal que

comenzara animarse

con el ca–

·lor del Sol.

Tremenda algarabía se ele–

vaba de laderas

i

colinas: era

T ahuantinsuyu, que desde el día

anterior se había congregado en

las afueras de la

ciudad, para

contemplar

Kápac . Raimi, que

culminaba con el Huaraku.

Habían

terminado

ya los

eacrificios i ceremonias,

i

se ha–

bía roto

el

silencio con la ca–

dencia de

los dialectos

de la

lengua general, que lnka Ruka

había mandado enseñar por to–

dos los ámbitos,

con

el

fin de

unificar

el inmenso T ahuantin·

suyu.

Sinembargo se hab1aba tam·

bién el kitu, el araucano, el ai·

mara, el lule o tonokote del Rei–

no del

Tukúman,

inaccesibles

para la mayoría .. .. . .

Por las

calles de

Kosko

comenzaron a convergey los no–

bles a la gra-n plaza, donde es–

peraban

ya los Amautas, con

los príncipes que este año egre–

sarían de Yáchai Huasi,

para

tomar eu investidura

de Aukis,

es decir de prínlCipes guerreros,

con todos

los

derechos, pero

también con todas las obligacio·

nes de Hijos d·el Sol .

Vestían la cusma, o cami·

sa, de color amarillo,

ribeteado

de negro, i una túnica de igual

color. Cubríaln

sus

espaldas,

angostos i largos mantos, blan-