Huáskar
cumplimentaba a
su hermano Atau Hualpa, i a los
Capitanes
i
ñustas
que habíanle
rodeado, mientras Chuki Urpay,
su real 'consorte, les conversaba
en la divina lengua de los lnkas
el
.Runa Simi,
onomatopéico i
de dulzura intraducible.
-Dulce es la
vida, cuando
nadie nos falta de los que ama·
mos,- dijo sonriente.
-1
más dulce
cuando Pún–
chai nos da la felicidad de estar
junto al Emperador,- dijo Atau
Hualpa.
Sapan lnka escuchó i dirijió
una mirada de
afecto al noMe
hijo de la Reina de Kitu.
E.n el otro frente de la ha–
bitación imperial, Kuyaska reía,
ampliamente cumplimentado. Se
estaba comiendo el cuy, exquisi–
tamente dorado
con el ají más
perfumado
i
picante,
i
en ese
momento decía:
-E.s un plato de
dio~es
que
reclama un vaso
de sora .
1
Sa–
lud!. •.
Terminado
el banquete se
levantó
Sapan lnka,
i seguido
de su Corte, fue penetrando en
\as demás
habitaciones, donde
la sora comenzaba a demostrar
suS\ efectos,
rompiendo
con la
parsimonia
de los nobles
i
ex–
paadiendo su espíritu
derecha–
mente hacia el placer.
Las ñustas
i
las
pallas,–
(princesas soltera·s
i
casa~s),
re
volvieron
comunicativa,s,
1
reían con su risa franca i olara
como un arroyo
~barín
.
-No puedo más,- decía lila
Tika,· ahogándose
de risa, o-
yendo el cuento del zorro
i
la
~iskacha
que con gran jocosidad,
contaba Inka T aruka.
-Pero el
zorro no
estuvo
ébrio como
tú,-
le dijo lnka A–
tok.
-Kúntur
~ahpi:
lnka Atok
se ríe de tus ojos; i es que la so–
ra es capaz de dar alas
a los
zorros,· exclamó In
ti
U
lapa.
Todos se echaron a reir ...
Cuando
aparecso
el
Mo–
narca se hizo
un silencio reve–
rente.
Todos le tendieron los bra–
zos con devoción filial.
El
pasó sonriente, lleno de
la suprema majestad de dueño
absoluto de
~os
séres i las cosas,
Recorridas todas
las habi–
taciones del banquete, regresó a
la sala imperial,
seguido por
!4U
Corte
i
por toda la fastuosa con–
currencia; era la hora de gozar
ante 'los ojos
complacientes dd
Monarca.
Se sentó
con
indolencia,
mientras Mama Rahua le acercó
la sagrada aquilla, en que buril
divino había labrado mil capri–
chosos dibujos,
i le convidó a
beber.
Sapan lnka
le aceptó son–
riente; hizo la ofrenda a Mama
Pacha, i brindó por la salud
i
la gloria de la Raza.
Todos
le imitaron,
i co–
menzó la diversión nocturna.
Kuyaska i Mana
Huáñuk.
recitaron poemas amorosos;
las
ñustas cantaron un himno a Ma–
ma Killa, i el baile se prolongó
hasta el amanecer.
Chumpillaya conversaba in-