Table of Contents Table of Contents
Previous Page  54 / 228 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 54 / 228 Next Page
Page Background

/

-36-

ravilloso

jardín de

séres

de

cosas.

El Monarca flubió a las an–

das, i seguido de su comitiva i

de toda

aquella

multitud es–

plendente, se encaminó a Kori–

kancha, a invitar a Huaina Pún–

chai

a presenciar

los festejos

con que sus Hijos le estaban re–

verenciando.

Penetró

A docientos

del templo,

calzaron.

en la calle del Sol.

pasos de la puerta

los nobles se des-

Y a en la puerta, los carga–

dores fueron bajando lentamen–

te las andas de Sapan lnka, con

tal suavidad que ni e.l más mí–

nimQ movimiento

turbó su au–

gusta :majestad. Era una estatua

de dios.

Huaina Kápac adelantó se–

guido de su Corte;

sus nobles,

se fueron quedando en el fondo

del templo, mientras él, seguido

de sus mujeres, akllas i ñustas,

se colocó

frente

a

la imagen

del Sol, a quien

reverenció fi–

lialmente.

Unlac Urna

i los innúme–

ros

~acerdotes

le tendieron los

brazos en actitud de reverencia

profunda.

-Bienvenido, Hijo del Sol,

al

temp.Io

de Dios, tu Padre,- le

dijo el .sagrado Varón.

El Inka le tendió ligeramen–

te el brazo derecho, murmuran–

do en són de saludo:

-Que Uiracocha i mi Padre

te guarden.

El pueblo reunido horas an–

tes en Kusipata, fue

llegando

también, i pronto

lntipampa, la

Plaza del Sol,

rebosaba de to-

d os los nobles que no eran de la

sangre imperial: de todos aque–

llos que Manku había hecho In–

kas tan sólo por

privile~io.

No

les era dado penetrar en el tem–

plo, pero se sentían dichosos de

acercar:se a sus muro!!..

Un ambiente olororo de re–

sinas quemadas

por

las ak1!as

divinar:, precedió luego al sacri–

ficio !'aRrado.

Cuatro

uíllacs sostuvieron

en pie

al huahua, es

decir al

llama tierno; el tarpuntay le co–

giÓ la cabeza i le dirijió el noci–

co a la imagen de lnti; entonces

el Uíllac Urna

le abrió el lado

izquierdo, arrancándole

el

cora–

zón, los pulmones

i el hígado,

tan hábilmente,

que el animal

ginuo 1 comenzó a fallecer.

Examinó

las entrañas del

animal

con sumo

cuidado, en

actitud

grave i sclemne ... . . .

Hizo un gesto que presagió mal

agüero;

i era , que

el corazón

presentaba una

herida, lo cual

era presagio de temidas desgra-

c1as.

Ordenó entonces traer una

llama machorra, la cual fue co–

gida de igual manera.

Uíllac Urna

ie desgarró

el

mismo costado. Mugió el animal.

i en un esfuerzo

violento, casi

arrattró a los cuatro uíllacs, au–

mentando la ansiedad

de toda

la concurrencia; pues el escapar–

se el llama

del sacrificio,

era

también mal agüero.

Pero al fin

un suspiro de

tranquilidad se escapó de los pe–

chos, cuando Uíllac Urna, des–

pués de examinar

las entrañas,

llenándolas de arre con un sua-.,......