Table of Contents Table of Contents
Previous Page  188 / 228 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 188 / 228 Next Page
Page Background

·170-

Ingrata sorpresa produjo en

Pizarro saber que no era Alma•

gro quien

enviaba los

buques;

pero le confortó un poco, saber

que conducían provisiones lo bas•

tante abundantes para tan gran•

des

necesidades.

-t

'ada

1mpor ~a

ya que los

buque~

no vengan para continuar

nuestro negocio,• dijo ;• bastante

bien nos hacen con

traernos

la

vida en abundantes provisiones.

Ruiz pasó en seguida a sa–

ludar a los

~nqueletizados corn~

pañeros,

contemplándol'os

con

!:Ástima i con pavor.

En!. retanto

Tafur iba acer–

cándose.

Bajo, rechoncho, de mirada

irónica;

:·Ll

an•:ipática figura isoi–

íaba repulf-ión. Mucho más.

a

Pi·

zarro, por la misión que l'e traía.

Aquel hombre representaba

la envidia so.lapada i la pedante•

ría del Gobernador. De ahí que

{uera el emisario de

s.us

d etermi·

haciones i de su ter

qued

ad.

Con aire fanfarrón

i de

dioso disimulo, habló a Pizarro.

-Saludo

al

seor don Francif–

co

Í

le

anuncio que

vengo de

parte del Gobernador. de Pana•

má:

don Pedro de fos

Ríos.

Pizarro

se

sintió corno ahen•

tado, i su corazón le r.a1tó como

st

tgnorara

la

desgracia que ert

los buques

le

llegaba.

No ob$t:ante aparentó calma,

i

cohtest6:

"'

-Corre!lpondo

el

sa1udo al

taballero Tafur, i escucho lo que

él

quiera mandar.

-Ordena

el

seor Gobernador

que regreS4fis

de inmediato

con

toda vue-.<1:ra gente. Sabe ya las

miserias que ven{s

sufriend~

í

no

quiere arruinar más a la Colonia

con los

centenareS! de muerto-s–

que vos habéis regado ya por es–

tas playas.

-El Gobernador

no podrá

ad.entrar~e

en mi persona,· con•

testó Pizarro, con altanería,- has–

ta

ordenarme

perentoriamente

que yo regrese. Además no sa•

béis la voluntad de mi tropa de

continuar en la

empre~a

que

ha

de honrar i enriquecer a nuestro

Reí.

.-Es

una empresa de locos,–

dij o

irónicamente,

e

1

caballerel

Tafur.

-A vos nada os

importa

1,·

gritó Pizarro ;- i yo juro en ttomJ

bre de

Dio~·

vivo,

que

he de

lriu{lfar con mi locura

o he de

morir con ella!

"Y

o nada tengo que ver en

ello, seor don Francisco. He

ve~

nido a conduciros con vuestra

gente a Panamá;

; por nuestro

Señor que

he de cumplirlo. Lo

demás lo di,réi>

a

don Pedro

de

los Ríos, el Cobernador, que

me

ha enviado.

-J

a

vos, también grandísi–

mo

bellaco, emisario de la derro•

t·a i

df'f

miedo!,-

dijo, rojo

de

ira

p;7arro.-

Los hombres

que

están conmigo,

~n

pocos, pero

leales í bravos,

í

yo

no consenti–

ré que voe. les quitéis la honra

í

f~s

arrebatéieo la Íarna, COn

VUeS"

tra

Íng~nita

cobardía.

Idos

a

vuestro buque,

r-1

no queréis

sa–

ber cómo vibra la espada de

un

buen setvídor

del Reí, nuestro

Señor.

-Detenéd vuestros Ímpétus,

séot

don

f'rant:Ís<:O,•

dijo soca•