Genealogías
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En cuanto a la razón de ser de este sistema decimal, Le–
normant sugirió dos teorías: 1
a,
que los relatos del comienzo
de la humanidad que .encontramos en los pueblos· civilizados
del Mundo Antiguo constituyeron en los tiempos remotos
una única narración y
2a,
que descubren el rastro de la remota
época en que un cierto número de naciones encumbradas
habían alcanzado la noción numérica del
lO,
y con ella expre–
saban el concepto de 'pluralidad' en general, o del número
'perfecto y pleno'. ·con la mayor estima y simpatía para con
este Autor que ha 80 años recorrió buen trecho de nuestro
mismo camino, expresamos - sin embargo - que sus for–
mulaciones son contradictorias, pues la primera postula la
existencia de una invención mental única,
pasad~
luego a
muchas comarcas más o menos distantes por efecto de rn.i–
graciones de pueblos, y la segunda, en cambio, una invención
múltiple moderada y regida en cada pueblo por un estado
análogo de desarrollo mental. En la primera reina el monoge–
nismo más agudo; en la última la doctrina de la convergencia;
entre ambas se abre un abismo lógico. Por seductora que se
me presente esta discusión, no me decido ahora a afrontarla,
porque considero temerario abordar en unas pocas líneas un
tema que toca las altas cimas del pensamiento etnológico.
derechos a formar parte de la lista de los jefes, como no lo pierde Romulus,
que se encuentra en las mismas condiciones con respecto a Roma.
Igualmente ha omitido a Tenuchtzin en la lista de los monarcas,
aunque el Cronista relate que después de la llegada a la laguna y de la
edificación de la ciudad, gobernó 39 años en México-Tenuchtitlan. Este
olvido no es privativo de Chimalpahim, y lo vemos repetido en casi todas
las fuentes, las que ponen a Akamapichtli II como primer soberano, sin
p~msar
que Tenuchtzin es el epónimo de la fundación, como lo dice su
nombre. Unicamente la lista hieroglífica del final del Manuscrito Boturini–
Aubin coloca al fundador de Tenuchtitlan en su lugar debido, que es
el primero de la serie de sus soberanos, con la calificación de
tepewan'i,
o rey (consúltese a
ÜROZCO Y
BERRA en su
Cronología mexicana,
reimpresa
últimamente en México como apéndice al
Códice Ramírez,
Editorial Le–
yenda, 1944).