Genealogías
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cerse de que Poma con gran facilidad habría evitado ese absur–
do promedio, que es consecuencia aritmética del divisor 11
y del total de años que ha atribuído al período Manku-Wáyna
inclusive
(que suma 1492 años), con el simple medio de re–
nunciar a la cifra fatídica 11. Más grave es el caso del capitán
y marino Sarmiento de Gamboa, experto en cosmografía
y matemática. Yo me pregunto si existe persona tan ingenua
para creer que no se dió cuenta de lo fabuloso e insostenjble
que resultaba la duración media de 85 años en el gobierno
asignada a los reyes del Cuzco (sin hablar de sus máximos
100, 101, 103
y
111 ). El hecho que, después de establecer la
suma ·de 968 años como total del período incaico, más cuidó
Sarmiento conservar inalterado el total de 11 reyes, que de
evitar tamaña inverosimilitud, constituye un punto digno
de ser meditado. En realidad se comprueba, por distintos
caminos, que en este asunto personas de variada preparación,
incluídas no pocas de gran intelecto, se han conducido como
si dijeran:
esto es absurdo, entonces es cierto,
célebre frase na–
cida en ocasión de otra gran disputa en que intervino el pode–
roso influjo de la mística del número. Y es, justamente, a
esta clase de indagaciones, que de ordinario queda descono–
cida o resulta repugnante al sentido Rráctico del historiador
puro, quien maneja cifras y totales con la mentalidad con–
creta de un contador, que nos es menester recurrir en demanda
de explicaciones.
6. - El número sacramental de las genealogías heroicas.
En la totalidad de los pueblos que luego pasaron a la
dignidad de naciones históricas, ha resultado sumamente
difícil al historiador moderno separar con seguro criterio los
primeros datos dinásticos que merecen ser acogidos como
fidedignos y positivos, de los otros que tienen naturaleza
efímera y nebulosa, tal que no pueden tomarse como base