.característico en las oreJas . o el nacimiento de la cóia; al
mismo _ttempo, a fin de lograr .que ·el cielo les dé vigor y
fe·cundidad, empapa_en la sangre de la herida algunas hojas
de coca, y las entieri'a, en seguida, cuidadosam·ente, con el
trozo de piel desgarrada.
·
. ¡Qué mejor y más respetuosa ofrenda a la Madre Tierra_,
a Mama-Pacha! Conmovida por esta atención, ¿cómo no ha
de procurar ella 'que las bes-tias sean prolíficas y. se ·.haHen
alejadas de todo mal?
Por su lado, ·el minero ·que ·explota . una veta. de mine–
ral, la frota
religios~amente
1
con un salivazo de
~óca;
queda
así convencido de que la roca se ablandará baj
p
·el gol:pe
de su picota·y que su trabajo -se faci-litará e-normemente. · ·
Resulta _casi increíble, pero el hecho de masticar· la coca
/
.
.
.
consti'tuye también uno de los ritos funerarios más ·impor-
tantes. Todos los .indio8 que forman el cortejo están obli–
gados a _ellÚ. Luego, en el momento , de ·colocar al difunto
en la
fosa,
junto- cori las flores que le lanzan, escupen res-
_petuosamente. ,¿Y con qué fin?, . se preguntarán
.algunos~
¡1Pues, para .que el muerto no vuelva a resucitar y no tenga
el -capricho de volver a sufrir en este ·triste mundo! ·
Antes de tomar cualquier resolución, ·el quichua con–
sulta su planta querida. Con este fin
se
echa a la boca un
puñado de hojas secas; si ·el jugo le_parece dulce, todo está
bien
·y
puede llevar a cabo su proyecto sin vacilar; pero si,
al contrario, lo encuentra amargo, su empresa le resultará
perjudicial y más le valdrá abstenerse.
_
Ni a precio de oro consentiría un indio en
desh~cerse
de su coca, pues, al masticarla a su vez, ·el comprador po:–
dría arrancar, junto con el jugo, los más íntimos secretos
del vendedor y estaría en situación de perjudicarlo a él, a
su familia y a ·sus proyeetos.
*
'
\
Por otra parte,
y
desde tiempos irrmemoria;les, los q:u.ichuas
conocen las cualidades ·terapéuticas de la coca y ha·cen uso
de las hojas como de
pana~cea
universaL ;
En la época incaica, por ej-emplo, extraían el jugo m·e–
diante la
ma.~ticación
y lo empleaban para anestesias lo–
cales, para las afecciones oftálmicas, para untar' las ulce–
ra~tones
y las herida.s superficiales. Para las llaga$ profundas,
los dolores violentos de.cabeza, los reumatismos agudos, apli-
72