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"¿Es el pecado d·e mi padre Adán y de mi 'madre Eva,
o cada una de mis -c-qlpas, lo que llena de lág.rimas tus dos
ojitos? ¡Qué alegría! Los nueve coros de ángeles bajan del
clelo para adorarte, y la Virgen y San José, bello Niño, arro·–
dillados ante tu pesebre, te ·finden tier11os homenajes ... "
A continuación vienen otros dos grupos: los viajeros y
buhoneros ambulantes
y,
los habitantes d·e la región.
La música indígena acompaña, no sólo estas rústi-cas /
danzas,
sino
t~mbién
las canciones, cuyos
versos·
a veces
tienen pQca o ninguna. rela-ción con la festividad que
se
celebra:
"¡Ay, ay, a.y, ah! Agil
pastorcH~a,
si
subes
a la colina,
el cóndor hambriento
p~anea
en las alturas ... ¡Ay, ·ay, ay,
ah! Pobre zagalillo, si tr·epas a las cumbres, el halcón de
firmes garras vuela y vuela en las alturas. ¡Ay, ay, ay, ah!
Pastores y pasto-ras, si ·van hacia los ·campos, el Z'Orro está
ace·chando y husmea sin ce:sar . . . ¿Vamos, si o no? Vamos
hacia ·el .río
a·
cog·er las fl<>rcitas que arrastra la corrien–
te.
¿.Vamos, sí o no? Vamos a la orilla a arrojar piedre·ci-
, llas a · los patos del río."
*
Las festividades de la Virgen, en las diferentes provin–
cias, se celebran con un
·~splendor
netamente indígena. Asis–
tamos a la de Nuestra Señora de las Nieves, en Oora-Oora:
Es ·costumbre que el "organizador de aquellas fi.estas"
hospede en su casa, durante el transcurso de un in·es, a los
"negritos de la Virgen", a fin de adi-estrarlos para la gran
ocasión.
. Las solemnidades ·empiezan el 3 de agosto.
Más o menos a las dos de 1a tarde, ·el g·rupo de
·~hi
cuelo:s, embadurnados los rostros, s·e diri.g·e hacia una coli–
na de las vecindades. Ahi, delante de la cruz ·que s'e yergue .
en la cima, les .espera ·el ma·estro del coro con gran nú–
mero de caballos blan.cos, enjaezados con ricos arneses.
Al mismo tiempo, ·en la plaza del ·lugar, centenares de
jine'tes- aguardan al pi·e de sus capalgadura:s. D·e pronto, la
.banda .empieza a tocar, y todos se
prec~pitan
sobre
sus
mon ...
turas, para ir galopando al encuentro de /los negritos que
ya
han dPscendido la coHna. Ambos escuad.rones se juntan a
la entrada de la calle principal y
se
organiza el desfile.
A 1a cabeza marcha la banda de m.ú.sicos, seguida de un
~alista
de
harp~,
que yergue por
sí
mismo
su
gigantesco
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