inocencia son asombro:.sos y desconcertantes. Veamos un caso:
En cierta ocasión,"un blanco se vió atacado por una ban–
da de salteadores que intentó robarle su ganado. Uno de los·
asaltantes disparó su viejo fusil de
r caza contra la víctima,
hiriéndola en pleno rostro. Luego se pre:se.ntó al juez el pro–
yectil, que un cirujano extrajo de la mandíbula, y, además,
el certificado del médico le.gista. Prueba tan oeontundente
habria desconcertado · a cualquiera, pero no así a los indios.
Comparecieron todos los r·eos
y
sus testig·os,
y,
con im–
perturbable serenidad, declararon lo siguiente: . . .
- .Este -caballero fué embestido con -tal violencia por un
toro furioso, que ·el cuerno derecho del animal lQ· cogió por
la mandíbula, y cua.ndo nosotros acudimos en .su ayuda, la
bestia lo sacudía aún en el aire . . . Exponiendo nuestra pro–
pia vida, consegui'mos libertarlo
y
curam01s su herida con un
poco de aguardiente ... ; ¡pero no vimos ninguna bala! Esta
es }a verdad y lo que él cuenta son mentiras ... , o ta,l vez
· la violencia del gol
¡)e
le hizo perder la memoria. ¡'Pero nos–
otros recordamos perfectamente
~odo
lo que sucedió!
*
Por otra parte, el demandante no se contenta con hacer
una exposición de los daños sufridos y de las pruebas con–
siguientes, sino qpe a·cumula contra el demandado toda clase
de circunstancias agravantes. Por ·ejemplo: si un individuo
es objeto- de un pequeño robo en su choza, una v·ez ante el
juez, agregará al delito la viola·ción al domi,cilio, ataque a
mano armada, tentativa de asesinato contra él y sus familia–
res, saqueo, lesiones y robo de ganado ... , crímenes que, aun–
que no hayan sido cometidos ni siqui·era en pensamiento,
deberán ser castigados con sev·eridad y cada uno por .se-
parado.
.
1Si un quichua ·es herido en una r-eyerta y
re~éurre
a la
justicia, toma con anterioridad toda clase de precauciones
para ganar el pleito: con sus propias manos agranda la lla:-- ·
ga, destroza sus ropas y las empapa en sangre, con el objeto
de co:o.fundir a .su
~dversario.
.
Si
solamente~ re~
ci.belesiones, finge estar gravemente el1:-::
fermo, guarda cama, y en algunas ocasiones hace llamar
~l
sacerdote para que le administr-é la Extremaunción.
El empleo de todas estas artimañas no ha·cen
~ino
dar
al proceso un giro tan inv-erosímil que no convencería a nin""
guna persona sensata; esta circunstancia
y
la
i~nor?on-Gi~
'(!
a.si~89
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