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En el transcurso de la causa, uno y otro invocan
de~vergonzadamente el testimonio de los mismos individuos para
los asuntos más variados y contradictorios.
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El acusado, aunque haya sido sorp1:endido con las ma–
nos en la masa, niega rotundamente su delito y con pas–
mosa facilidad r€.úne una serie _de ·
argum~en
tos y m·entiras
que le hac-en
aparec~er_
como un ángel de inocencia. Si el
juez se decide a aplicarle la
tortu~a,
ni ·el dolor más -agudo
podrá arrancarl,e la menor ·confesión.
Si por falta·de pruebas no puede ser condenado, ,a:penas
puesto ·en libertad, se jacta de ·,ello, como un héroe de sus
hazañas, y pone de mani,ftesto la astucia y piHería de que
hizo gala en su defensa.
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En cambio, s.i ante la eviderncia de los hechos es de,cla–
rado -'culpable-, se vuelve contra el ·acusador y sus cómpli–
c-es, m·anifestando que éste inició el
proce-~o
por venganza
o por maldad.
·Cuando se le encuentra en su pode,r el cuerpo del
id
e-
, lito, no se inmuta por tan poco. y declara que son objetos
comprados
honr-adam~ent.e
a un mercader ambulante·; otras
veces extrema su audacia hasta citar ·erl nombre de los ven–
dedor~es,
que, naturalm,ente, .son seres que no ·existen sino
en la imaginación del indio_
~cuando
se ve aco5:ado por ·el peso y la cantidad de prue–
bas, y, en rconse·cuencia, se ve imposibilitad<? de seguir
:i1:egando, ·empieza por alegar en su favor una ser.ie de circuns–
tancias atenuantes. Dice, por
~ejemplo,
que ·se vió impulsa–
do .al robo porque se encontr,aba c·asi desnudo_y muerto de
hambre, o bien po-rque perdió el c6ntrol de
sus
facultades
~
bajo la
infl~ncia
del al,cohol, y por ·último, que las
reit~e
radas provocaciones de su adversario lo sacaron de sus ca-
sillas, y, fuera de sí, Hegó a ·extralimitarse.
.
Otr:as v-eces _se disculpa de este modo:
"Es
verdad que
yo
me apropié tal o cual objeto; pero fué una ·broma inocente
y sin inténoiún de causar daño alguno ... "
O
bien: "Yo creí
JC}Ue
~el
dinero
O
el .ganado
~estaban
·en el •Campd, abandonadOS
por sus propietarios y a disposición del que quisie:ra
apod~rarse de ellos. . . Yo los tomé maqutnalmeJ;}te, sin saber lo
qúe hacía ... "
Pero el indíg.ena .sobrepasa todos
los
límites cuando, por
burlar la acción de la justiéia, se r rebaja a sí mismo y pide
clemencia apelando a su ignorancia, a su estupidez y a su
incapacidad para distinguir el bien del
m~l.
En resumen, los recursos de que se vale pa·ra aparentar
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