es sino la rapiña y la
co-~Hcia
de los escasos bi·enes del quichua.
Cuando un hacendado sorprende robando a uno de sus
siervos, ·en vez de aconsejarlo o reprenderlo con moderación
a fin de conseguir su
enmi~enda,
lo castiga a latigazos, como
a un animal. En otros casos lo obliga a restituir lo ro·bado
en cantidades
dos
o tres veces
mayor~es,
o bien le arre·bata
parte de sus cosechas
y
gana·C!_os.
Abusos como é.stos y otros sem·ejoantes originan múltiples
procesos, en los que de.mandante:s
y
demandados argumen·
tan a porfia.
·
·
'
A esto hay que a-gregar las reivindi-caciones
de
los co–
muneros agricoloas. Esta cloas·e de proc-esos se originan a dia–
rio y se prolongan por espacio de años
y
años, porque los
demandantes son tenaces y encarnizados como tábanos ...
Nada les importa si la sentencia es denegada o expro–
piados los terrenos, por motivos de litigio. Manifiestan una
ruparente conformidad y estable,cen una tregua momentánea;
pe·ro, pasado cierto tiempo, vuelven a la carga-. . . ·
En caso de que los te-r·renos .cambi·en de propi,etario, los
comuneros reiteran los pleitos, tratando de sorprender la
, buena fe de los nuevos compradores; y si, por traslado del
anterior, un nuevo magistrado at'i·ende la vista de la causa,
emplean mil argucias con el objeto de eñred:ar el asunto y
engañar al juez.
Pero :esto no
e
s todo:si f:r:ac:asan · las tentativas anterio-
•
res, se deciden a e:
sper.ar un _poco, con aparente resignación,
hasta que un dia invaden los codiciados territorios, recurlfien-
do a la violencia, la sublevación y el asesinato.
Las autoridades· de antaño, exaspeQ"adas. por tanta obs–
tinación, apelaoan a una solución extrema: incendiaban las
ald·eas de comuneros insurrecto.s ...
~
peDo, cosa increíble:
sobre las ruinas humeantes, los indios proclamaban aún sus
dere~chos
y
anunciaban una futura v·en:ganza.
•
El quichua "pl,eitista" constituye un tipo de
~ca:ract-erística:s
especiales. Para cualquier proceso, civil o criminal, em–
pieza por reclutar una verdadera multitud de declarantes,
la mayoría de los cuales igno·ran totalmente ·el asunto de
que se trata.
Si ambos quer·ellantes son indígena.S, tflatarán de co–
rromper mutuamente a los t·estigo:s y pagar el mejor precio
por el perjurio.
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