una
as~ucia
ci·en ve·ces mayor que la de
los
zorros que habi–
tan las pl-anicies. Jamás se da prisa, y con una paciencia
digna de ·mejor .cau\S.a ·espera la ocasión más proptcia para .
su i-ntento.
Oigamos, a este respecto, la opinión del juez de Huanta,
quien ha estudiado y analizado la psicología indígena a tra–
vés de innum·erables casos y pal"ece haber
penetr~do
hasta
el corazón mismo de la raz·a:
".El quichua, salvo raras excepciones, no d-elinque por
.maldad .congénita. -La miseria, el alcoholismo, el abuso de
la coca, que tiende a d:ebUitar su voluntad, son factor·es ex–
ternos que lo imp'l:llsan al ·crim·en
'Y
que su naturaleza es in-.
capaz de rechazar. A esto debe·mos agregar una ignorancia
crasa, rayana en el embrutecimirento; la vida ·errante, su–
jeta .a largos períodos de ociosio:ad, y su odio y· descon–
fianza innatos ·hacia los. amos que le tiranizan. Por último,
no
deb~mos
·Callarlo:
~a
to1eraneia de lás autoridades meno–
res, que no sólo permiten, sino que también amparan y fa–
vorec-en a los ·explotadores del indio, provocan el ciego ren–
cor d·e ·esta raza oprimida." .
Todas estas ·Causas van envenenando sus corazones.. Y
cuando el indíg·ena ha Hegado al paroxismo del sufrimi-ento,
de la ·cólera, del odio, s.e arroja ciregam·en
te
en el crimen,
'trata~
do de hac·erse justici1a por sí mismo y buscando en
él' un
desquit~
de
~us
derechos pisoteados.
,...._
En consecuencia, no debemos r.espons.abilizar totalmente
a .estos p_obres aborígenes, que son más dignos de pledad que
,-r
de ·castígo.
Aun ell: -el caso de reincidencia, ésta obedece a los mis–
mos motivos del primer delito y ·está muy lejos de· indicar
una_ .verdadera y pnofunda depravación: es .e,l segundo fruto
envenenado del mismo árbol salvaje, no injertado· en una
verdadera civilización, ni sujeto a la benéfica influencia de
las reglas de la ·cultura moral. Sie.mpre podemos
.aleg~r
estas
circunstancias atenuantes a su favor.
CAPÍTULO V
-
.
Rrespons'Ctbilida·d moratl del d.e'lin,cu.emte
El presente capítulo es el resumen de un estudio sobre este
interesante t rema, hecho, a petición mía, por el mismo jlla–
gis:trado cuya autorizada palabra acabamos de conocer.
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