El hecho de acortar sus sufrimientos y terminar con sús an-.
gustias era considerado como una obra misericordiosa.
El Código Penal tenia por bas,es dos macizas columnas:
la Antigua Constitución del primer reinado quichua, y la
suprema voluntad del inca, que dictatia las ley,es bajo 1a di–
vina inspiración de su padre,
~el
Sol.
He aqui la
~el).Umeración
de algunos .de los delitos y . su
correspondi,ente . castigo, que nos reve,larán el sentido moral
del pueblo incaico, ahora entregado a su propio y tris:t,e
destino. ·
Las disputas, injurias, pendencias, eran faltas menores;
en consecuencia, el castigo era poco severo:
,g~eneralm·ente
un
trabajo forzado, que consistía en acarr·ear una carga de pie–
dras u otr:a cosa po:r el esti'lo.
El fraude en el pago de impuestos y transacciones co-
\
merciales era ya más
gr~e,
y mer,ecía rl·a pena de azotes.
Los
rebeld~s
al s·ervicio militar, hijos desobedientes, rap–
tor·es de doncellas; los holgazanes y aquellos que abandona–
ban .la ciudad sin perm:iso del
varayoe,
se hacían acreedores
a otro castigo: eran apedreados en la espalda.
.
~Quedan
todavía los delitos más graves, y_son.los que di–
cen relación con la vida cívica y religiosa.; por ejemplo:
bl.as–
f·emias al
~Sol
o sa;crHe:gio .a lo.s objretos consagrados a él; .
desacato al inca, traición a la- patria; perjurio al
Su.pr!e·mo
Tribunal,
inc~endio
de
puentes~
homicidios, adulte,rio, aborto
provocado, .etc. T'odos estos crim·enes eran castigados con la
muerte, pena que sólo el inca tenia
pod.erpara _conmutar.
El asesino que robaba a su víctima era azotado antes de
morir. El seductor de una virgen consagrada al Sol, ahor- ·
cado, y Ia
v~estal,
a su vez, enterrada viv·a.
Los ·envenenapore.s, o los que· se valían de
proced~mien
tos pertenecientes al dominio de la magia,.
mereci.anser aj us–
ticiados juntos con sus cómplices.
Según el grado de alevosía del crimen cometido, los mal–
hechores eran ahorcados, decapitados, ·estrangula:dos, _empa–
redados, sepultados vivos o arrojados a un profundo preci...
•
picio.
.
Es
.fácil comprobar la dif!erencia etntre los c6digos del
antiguo mundo
y
las leyes -evangéUcas de la actualidad.
*
Esto,
~e.specto
a los antepasados. Conozcamos ahora el va–
lor de los conc·eptos del
bi~en
·y del- mal para el quichua de
nuestros días.
)
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