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sus vestiduras. Ouando Vl!nle-ron a verla, ya estaba consu–

mida por las llamas. Entonces, una de sus am.igas, única de–

positaria del se·creto, reveló las causas de su sacrificio. No

hay duda de que la inmolación, hecha con la sencilla fe de .

la indiecrta, y su fervoroso amor a la virtud, fueron agra–

dables a los ojos de nuestro Señor.

.En una choza, ·en -los alrededores de Huanta, vivía sola

.con su tía una huérfana llamada Esperanza, ·cuyos padres

habían muerto, devorados por la, ftebr·e en ias l.ejanas espe–

. suras de las selvas ví:J;·genes. Todo cuanto la india poseía era

un maizal, una cabra )'echer:a y su juventud

y

candor. Cada

semana bajaba al mercado y vendía los · frutos de la higue-

.

.

ra que daba sombra a su choza. Oon el producto de sus

ventas, subvenía a .los gastos del hogar,

~que

se reducían a

un trozo de carne, sal, y una vela para la ·"Madona".

·

En una choza v·eciria habitaba un joven indio llamado

Manuel, qui·en hacía mucho tiempo que l!a amaba ·en secreto.

Una tarde en que Esperanza se ..entretenía en hilar, mien–

tras pastoreaba su cabra a la sombra de las mimosas, el

muchacho se prooentó l'lepentinamente y le declaró .su·amor.

La jov:en había ofrecido su virtud a la virg·en, por lo tanto,

lo rechazó.

El indio, enfurecido y obsesionado por su c1ega y terri–

ble pasión, ie gritó:

-¡Ten cuidado! ¡1Si tú no m-e pert-enec;·es, iré donde los

brujos que inter.rogan a la montaña y sobre ti caerá la mal-

d .. ,

1

lClOn ....

-Muy bi·en -contestó serenam·ente la pastora-. V·e, co–

rre a la monta:ña ... ¡1AI diablo con tus hechiceros!

Y escupiendo -en el suelo ·en

s~eñal

de desprec-io, se di–

rigió, liviana como un páj.aro, hacia su eabañ:a.

El enamorado galán la siguió con los ojos, y, ardiendo

de rabta y despecho, gritó:

-¡ V•er·emos cuál

~de

los dos reirá mejor!

Pasó el ti·empo y Hegó la época de las cosechas. Los

hombres trabajiban contentos, y por las

1

laderas de las co–

linas

resonaba -el eco de los cantos de las muéhacl;las.

Allí estaban también Manuel y Esperanza: el indio,- con

su pasión tremenda y abrasadora; ella, a1egre, inocente

Y

despreocupada.

---~Con

este maíz ha·ré ·el licor pava mi boda ... , o para 1os

funeral·es de "ésa" -mascullaba el mozo ·entr·e dientes.

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