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.el

~extremo

de incomodarse por él; si por último se decide a

auxiliarle, exigirá doble recompensa.

*

El motivo de es:ta cruel indifeflencia es el egoísmo. Para

sus propios asuntos el indio ·es tan activo y hábil, como ne–

gligente para los ajenos.

Pide larguezas, mas no da sino con avaricia: cuando

so–

. licita algo, no se satisface sino. con el máximo; pero si

se

trata de dar, ha de s1er lo m·enos

poiS.ibl~e

... , y con la es–

peranza de :recuperarlo.

Estos mismos sentim-ientos se manifi-estan en sus cr,een–

cias religiosas¡

~Gusta.

de las c·eremonia.s Utúrg'icas; siempre

que éstas le brinden uri motivo de ·r·egocijo.

Egoísta hasta para alim·entarse, ·en

su

hogar es frugal

y

mezquino, y voraz como un buitr·e en casa del prójimo.

*

Est~e

amor a sí mismo ti,ene ·por resultado la avaricia; pero,

lo repito: aunque el indio no

pose~e

el ansia de ri-queza que

cara~cteriza

al mestizo, trata de conservar lo que ya pósee

y de usufructuar

sus

beneficios.

Cuando vende terrenos,

animal~eiS

o cosechas, · el qui–

chua pide siempre ·el

dobl~e

de su valor, para estafar a1 com–

. prador, si éste está cazando moscas. Si -_se contrata como

'

guía de un extranjero, dobla o quintupli·ca la tarifa y exige

arreglo adelantado.

Si se trata

.de

contribuir .con su esfuerzo al brillo de

alguna

fe~stividad

religiosa, o bi,en de pagar

los

der·echo:s de

bautismos~

matrimonios, etc., en tales

~circunstancias,

dei

mismo modo que para liquidar deudas, el_ indio no haee· sino

quejarse de su falta de dinero

y

aplaza las cuentas hasta las

calendas griegas ...

La ava-r1ci.a, unida a Ia desconfianza y a la timidez, 1os

convierte en seres ·completamente inhospitalarios. Este de–

f,ecto se hace más notorio en los habitantes de las sierras.

En todas partes, cuando un transeúnte blanco pide al–

bergue, hacen tanto -caso de él como de las rocas en que

se

ha sentado. Si soUcita comida, la respuesta es invariable–

mente la mts:ma: "No tenemos nada ... ", aunque las provi–

siones estén a la

vist~

y las marmitas desborden de hu–

meantes y olorosos manjares. No _hay nada ... Y eso es -todo.

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