Esta .es también la -causa de su aversión a los represen–
tantes de.l poder y su absoluta indiferencia con respecto a
las leyes civHes
y
a la patria. El indio ·.cont·esta la verdad
cuando dice no saber lo que ·es una ,nación, ios debe-res de-l
ciudadano y 1as r·elaciones entre el Gobierno y el pueblo.
En la política no ve sino un entr,etenimiento lucrativo para
blancos y m·estizos, sin provecho para·
él.
Su espíritu cívico
se reduce a hacer :ruido y desorden ·en det.erminados días,
siempr·e que un cabecill.a se lo -t>rd·ene,
pagándol~e b~en
sus
.,servicios con aguardiente.
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0omprende una sola cosa: q:ue ·en la capital hay una
a~utoridad
superior desconocida a quien debe ciega obedien–
cia ... , siempre que ésta no perjudique los intereses de la
raza. Nada le importan los grandes acontecimientos na·cio–
nales, las r·evoluciones de palacio, las intrigas políticas y las
luchas parlamentarias, cosas que oye en ·conver.sa.cione$, sin
intere-sarse, siempr·e que no sean una am-enaza a sus bienes
o a su libertad.
R.esignado, paga los impue-stos, sin molestarse -en verifi–
car si está debidamente ins·crito. Aunque a m-enudo la ley
lo -exi'me de este pago si es demasiado pobre, él no rehusa
pagarle al inspector abusador, pues se siente ·extrañamente .
orgulloso del título de "contribuyente" y de ser así "consi–
derado" por el Estado. Y cuando- se le ej-ecuta con orden de
arresto por atraso en las contribuciones,
se
vanagloria de
ello como .si fuera un honor; desde el momento que se ocu–
pan de él, .se .si-ente persona important·e.
Si el Gobierno exige el pago de alguna gabeia pasajera,
el quichua da su ó-bolo sin averiguar e:l motivo o comp-ren–
der el fin; pero no admite nuevas imposici,ones permane·n-·
tes.. Tampoco se opone a prestar su ayuda en construccio–
nes de utilidad general, ·como ser un puente, un camino o
un edificio público: ¡no "des·embolsa" nada en· eUo
y
luego
lo aproveéhará!
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!Si el .subprefecto solicita, en nombre del Es;tado, que un
iiJ.dio lleve al rincón más apartado de la cordillera un pUe–
,go o· una carta
ur~nte,
éste v·erá en ·ello una deferencia
hacia sus a:ptitudes personales y aceptará gustoso el--- en–
cargo.
Si un guardia civil le pide pr·estado un caballo para
transportar a un herido, ·a un soldado, a un emp}eado o a
un criminal, el quichua a-cepta con resigna-ción, y sentirá
que se l·e dispensa un honor ál ser empleado oficia.Jmen'te,
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