aunque haya de volver sin gratificación, ·extenuado, después
de seguir durante días a su caballo, que también ha sufrido
hambre y cansancio.
Sucede con frecuenci
a lo siguiente: algunos indios se di–
rigen de madrugada, o a vec.es ·en la taTde de la víspera, ál
pueblo vecino'. Al pasar fren;t.e a la posta de policía los
guardias los detienen y, en nombre de la ley, los obligan a
~barrer
las
~canes.
Si protestan, les confiscan poncho y som–
br·ero, y para .recuperarlos .han de trabajar hasta el medio–
día. Su único delitQ ha sido el llegar los primeros. Contra
.~,estos
abusos no
t~ienen
recurso..
Por otra parte, el indígena no reconoc·e los .be.neficios
de la· civilización .que el Estado introduce.
~comprende
de–
masiado bien ·que éiStos son sólo para la mayoría, para blan–
cos y mestizos .que habitan la costa y las ciudades que
otro~a
les pert·enecían. Y cada día aumentan el odio y el deseo de
venganza en el coraz-ón del qui-chua.
La única .aspiración de la raza ·es la ..de volver a ser
dueña de su.s tierras
y
recobrar su autonomía. No quf.ere
saber más de civ.iliza,ciones que no han hecho sino oprim1rla.
tLos sentimientos de rebelión que hacen lanzar frases viru-
lentas a los .agitadores rev·elan el _ideal de i.mponer al inca:
de antaño, con sus mismas costumbres, tradiciones y m·en–
talidad.
El servicio militar
~es
una de las Qbligaciones que el in–
dio trata de esquivar a toda. coota. Cuando la policía se di–
rige a la·S sierras ·con el objeto de sorprenderlos
y
reclutar–
los, se apresuran a . ocultarse en barrancas
y
·cuevas, y son
capaces de trepar hasta a'lturas de 5,000 metros.
En g·eneral, la indolencia física. y espiritual ha he·cho del
qui,chua un ser ·cuyo sistema nerv.iooo se halla par·cialm·ente
insensibilizado. En· efecto, jamás se lamenta, y soporta, sin
próf,erir una queja-, los -mismos accidentes y enfermedades
que a un blanco harían aullar de dolor. No sólo recuperá más
rápidamente la salud, sino que también pr·esenta mayor r·e–
sistencia a la fatiga,
al
rigor de las estaciones y a los golpes
del destino.
nr
La tercera característica de los "hijos del Sol" ·es su
me–
lancolía.
Ni aun en medio de sus fiestas los abandona una
sombra de tristeza ·que vela sus pupilas
y
modera sus en–
tusiasmos. Durante horas enteras se les ve ·replegados so–
bre sí mismos, inmóviles y silenciosos, como
las
garzas a la
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