-
orilla de·l río, rumiando sabe Dios qué idea, proy·ecto o re-
cuerdo.
Esta tristeza atávica se debe, por una parte, al estric–
to régimen de vida de los antiguos incas_
y
al despotismo
de los conquistadores ·españoles; esto
y
la constante vigi–
lancia de la policía actual, con el severo castigo que les im–
pone por sus m·enores extravíos, hacen del indio un s·er
hosco
-Y
re·concentrado. Por otra parte, la idea latente de
la muerte, su natural
supersticio~o,
la constante contempla-
'c.ión de la naturale·za agr,este que
los
rodea desde pequeños·
eD; medio de impresionantes soledades
y
de una monotonía
inalterabl~,
han provocado ·en la raza una triste2ia morbosa
qúe les penetra hasta la médula de
los
huesos. Por eso la
generación a·ctual, que vegeta en medio de la m·elancolía de
grises panoramas
y
·el .inmenso silencio de los horizontes,
es
tan
soñad~ra
como sus antepasados.
El hombre, sobre todo, es taciturn9, reconcentrado, si-em–
pre listo
pa~ra
ocultar .su ·pensami-ento e impresiones. Ouando ·
se
l·e int·erToga, por
~un
momento
permane~c~e
mudo, como
dándose tiempo para reflexionar
y
hU!scar en su ·cerebro la
res~uesta
que más agrade al interlocutor;
y
no darª sino
aquélla, teni·endo buen cuidado de no decir sino parte de la
ver<;iad o de lo que él entiende por tal.
Víctima de los blancos, el indígena
se
defiende de ellos
principalment·e por medio del engaño:
j
a.más es completa–
mente sincero,
y
no pi-erde ocasión para hostigarlos
y
ju–
garles cualqui-er mala pasada, lo que 'logra por m·edio de
su desconcertant·e sagacidad. S:in embargo, cuando le con–
vi~ne,
no ti-ene reparo -en fingir una inocencia
y
candor. an–
gelicales; pero al mismo ti-empo se jacta de poseer la astu–
cia de la -serpiente.
~cuando
un blanco logra descu"Qrir sus artimañas, pien–
san asombrados que es un brujo que pretende superarlos
.en habilidad. Si, a la inversa, ellos ·consiguen burlarse del
extranjero, no caben en sí de aloegría
y
ha·cen alarde de ello,
1
collSiderando
este
éxito como un golpe maestro.
*
Süspechoso por naturaleza,
cr~ee
ver un
~enemigo ~en
cada
desconocido
y
jamás revela de buenas a primera su nombre
o el del . lugar que habita.
JSi se loe interroga, nunca da una respuesta clara, pre-
266