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provecho posible a costa del trabajo de éste y no retrocede
en sus exigencias, ni ante las más sangrienta.s
injusticia~.
'
Los quichuas, por su parte, demuestran una ábierta des-
confianza haeia estos seres avaros y am.biciosos, que ,buscan
enriquec·erse a sus expensas, y para dañar los intereses
d~e
aqué'Hos, po_nen en juego toda su maligna sagactdad.
Como ya se ha ·visto en capítulos anteriores, las
~óvenes
m·estizas se complacen
~n
lucir
rebusc~dos
atavíos, haciendo
ost·entación de un
1
uj
o
Hamati~Vo,
·con
~el
fin d.e humillar y
hacer sentir su ip.ferioridad a la india.
Ambos sexos se abstienen de todo contacto con el indí–
g·ena, de observar sus. costumbres y practicar su idioma, ya
· que sólo asisten a la igl>esia cuando
el
servicio religioso se
realiza en español.
La
mayoría de ellos manifiestan igno–
rar 'la leñgua quichua, y si suelen emplearla, lo hB.Jcen con
vísibl·e desagrado y dando a entender que es una condescen–
dencia que debe agradecérseles.
En I"tesumen, los
m~es-ti
'z.osse esfuerzan por formar una
raza nueva, independiente
detoda· influencia. indíg·ena.
{
CAPÍTULO IV
Voluntad
y
sentido mor:al de los quichuas
El
anáJisis de la voluntad del quichua es un compUcado
problema psicológico. Su indolencia en general, de la
que
tanto hemos hablado, par·ece haber creado un ser abúlico,
que responde poco o nada a los estímulos .naturales, mora-
les y espiritua'l·es..
.
El indio .permanec-e impasible ante los conceptos de fe,
deber, ideal y aun ante _los impulsos de su propia concien–
cia. Sólo e1 rito de las tradiciones ancestral·es parece con–
m-overlo.
El único caso en que da muestras de una firm·e
y
re–
suelta voluntad es
~en
la ·ejecución de todo proyecto que re–
dunde en su propio beneficio. Entonces pesa el pro y el con–
tra, es tudia y refl·exiona, y, con admirable tenB.JCidad, no
abandona la empresa stn haberla llevado a f·eliz término.
~cuando
se ·encuentra poseído de un sentimiento religio–
so, o bien de abnegación, amor u odio,
se
·entrega a él total
y
ciegamente, sin-
ietrocede~
ante ningún obstáculo; pierde
·el control de sus propios actos y, sobr·epasando los
límite~
humanos, llega muchas veces hasta el crimen.
En
cambio,
la
india
se
muestr.a
dueña
y
señora
de su
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