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de la
mi~1na
¡x :rsona rea l, hecha de mano de .las ,·íro·enes escogi–
das. que era n tenida por cosas divinas
y
sagradas, ) a los embaxadore ·
dieron muchas dácl ivas.
:.\landó que fuesen Incas. parientes suyos, a
instruir aq uellos indios en su idol a tría y que le quitasen los abusos y
torpezas gue tu,·iessen y enseñassen las leyes
y
ordenanzas de los Incas,
para que las guarclassen .
.Mandó que fu esen mini tro que entenclie–
ssen en saca r acC'quia5
y
cultivar la ti erra, para acrecen tar la haziencla
del Sol
y
del R ey."
Luego, en los ca pítulos XIII y
XIV
del libro
ép timo, refiere la
prosecución de es ta conquista , sucesivamente por los Incas Yupanqui
y
Tupaj Jupangui;
el
primero efectuó la anexión de la na ción el e los
Musus y demás pueblos ele la cuenca del río P araguay, no sin vencer
enormes obstáculos que le ofrecieron los accidentes geográficos
y
la
belicosidad ele las tribus el e esa región . Yupanqui ll egó victorioso has–
ta la confluencia o algo más del río Bermejo con
el
Paraguay, que en–
tonces llamaban Amaru-mayu
(rio serpiente) o Parahuay. Dejó una
considerable delegación ele militares y maes tros, encargada el e la civili–
zación el e todos los pueblos conquistados. Por su parte, el Inca Tupaj
Yupanqui proyectó su
tarea conquistadora hacia
el
lado occidental,
pasando los Ancles hasta llegar al rio Maulli en Chile.
Tales son los elatos ele origen histórico militar, que nos autorizan
a afirmar ]() realidad de que la región en que hoy se encuentran las pro–
Yincias d el Norte argentino, fué parte integrante del Imperio de los
Incas y, por co nsig·uiente, heredera el e sus ex pres ion es espirituales.
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i\1 I T T A S
Los Incas, como gobernantes, fu eron dechados d e amor, justicia,
sagacidad y prudencia, como sabios legisladores y políticos de alto
vuelo, dotes todas ellas que la posteridad no puede negárselas, porque
su evidencia quedó grabada en los efectos el e sus obras gigantescas. Lo
que ningún otro país del mundo, antiguo o me clerno, ni otro cualquier
sistema de gobierno pudo ha cer, durante milenios, a fu erza de guerras
y hacinamiento de leyes, los Incas del Tahuantinsuyo, en menos el e
cuatro siglos, lograron construir un es tado de cclosa les dimensiones,
ele maravillosa organización uniforme,
el e
contextura compacta
y
perfectamente só lida , empl ea ndo tan so lo, con raros casos el e excepción ,
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