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EN BoLIVIA

sustitución suya quede al Viceprefrcto o a

otro misione ro comisionado a

1

efecto para

que haga sus veces. Vacando la Prefectura

antes de Cllmplir el sexenio, por muerte, re–

nuncia, deposición u otro motivo, tome

la

di–

rección y el cargo el Viceprefecto, si existe, y

de no existir, elíjase inmediatamente por el

Colegio, en quien recaen todas las facultades

y potestad de

1

Prefecto me

11

cionadas.

Los misioneros adictos al Colegio deben

ser en cuanto al número los necesarios y su–

ficientes para el servicio deJ'Colegio

y

las Mi-

5iones. El Colegio, al recibirlos, los someterá

a la prueba de un año; antes de ocuparles en

el mini sterio, carecen de voz activa y pasiva,

y constando de su suficiencia y capacidad los

recibirá

definitivam~nte

y caso de no reunir

las condiciones necesarias

s~

les remitirá a

sus provincias, expulsándoles del Colegio . La

incardinación al Colegio obligará a servirle

diez años, pasados los cuales pueden volver

a sus provincias (y los Cole g ios pa garán los

gastos del regreso), marchar a otro Colegio o

quedarse en el mismo. Si tuvieren int e nción

de abandonar el Colegio, lo expresarán con

seis. mese3 de anticipación antes de concluir

el decenio, al Discreto'rio y Prefecto delCo–

legio, para que provean al régimen de la Mi–

sión; si en cambio quisiere seguir sirviendo

al misrr.o Colegio, lo suplicará diez días an–

tes dei cumplimiento del decenio al Guardián

y Discretorio, quienes, reunidos y convoca–

dos los Padres con voz y voto, sujetarán a vo–

tación secreta la conveniencia de admitir o

excluir al misionero que le solicita para el

próximo decenio.

Todo se encuentra perfectamente legislado

en las sabias Letras Apostólicas que comen–

tamos, siendo su texto y contenido un monu–

mento colosal y perenne, apostólico

y

fran–

ciscano, erigido por el cariño especial del in–

mortal Pío IX, fervoroso terciario franciscano,

a nuestra Orden, esencialmente misionera.

No es extraño que los Colegios, reconocidos

B

tanta bondad, guardaran sus prescripciones

con escrupulosa fidelidad como si se tratara

de .letra

revelada; doce años después de la

abrogación de dichas Letras. nos tocó en

Bo.li

via vivir en los Colegios de La Paz y Sucre

-

37

con personal perteneciente al antiguo régi–

men y pudimos comprobar con edificación

propia la ejemplar conducta y exacta obser–

vancia de muchos pormenores que vemos in–

sin

u

ados en esta Carta-magna de nuestros Co- ·

legios de P.

f.

sobre la disciplina regular.

30.

Ya poseían unas Constituciones Apos–

tólicas los Colegios de Bolivia y conforme a

ellas· no tardaron en conformar su vida

y

re–

dactar sus Estatutos

Municip~les,

cuya noticia

bibliográfica ofrecemos a continuación:

Estatutos Municipales del Colegio de Nues–

tra Sra . de los Angeles, de Tarija, ordenados

por

prime.ra

vez en 1801 y arreglados en 1879

a la novísima Constitución Apostólica... ,

Ro–

ma, Impr. Monaldi y C.,

1884 (59).

Constituciones Municipales del Colegio

Apostólico de P. F. de la gloriosa Santa Ana

·de Sucre, Capital de la República boliviana,

ordenadas por el Venerable Discretorio, pre–

sidido por el M.

R.

P. Hugolino Gorleri, Co.;,.

misario General durante la Santa Visita Pas–

toral de 1880 y aprobados por el Rmo. Pa–

dre General de la Orden y por la Sagrada

Congregación de P. F.

Badajoz, Tip. La Eco–

nómica de Rodríguez y Cía.,

1893 (60).

Estatutos Municipales del C'vlegio Apostó–

lico de San fosé de Tarata según la Piana

«

Apostolica Sedes» y las Constituciones Ge–

nerales de la Orden Franciscana.

Tarata, Im–

prenta de San José,

1902 (61).

Está bien clasificada, .con lo que antecede,

la

legislación franciscana de estos Colegios

det1tro de la Orden,

y

ya desde

1882

el órga–

no oficial de la Orden, el

Acta Ordinis Mino–

rum,

mensualmente era el portavoz

y

lábaro

de todas las decisiones de la Santa Sede

y

de

los Superiores Generales, con respecto algo-.

bierno

y

marcha regular de aquellos Cole–

gios. Estando al alcance de todos esta revista,

ahórranos el trabajo de resumir aquí lo que

allí se encuentra sobre el régimen, progreso

y actuación eficiente de las Misiones. Ade–

más, los informes que, por indicación de la

S. Congregación de P.

f.,

debían de mandar

los Prefectos de los Colegios a dicha Congre–

gación

(62),

sujetando más tarde a un formu–

lario expreso todos los puntos que habían de

entrar en la relación y obligando a que envia-