lo tanto, la vena dominante de sus cantos es de carácter
bucólico. Se confirma este acerto comenzando desde el
primer verso de la colección. El
haylli
es el can to bucó–
lico quechua por excelencia. Los campesinos quechuas
de varias de las provincias del Cusco, usan aún sus hayllis
en las labores campestres. El canto III:
Ayau haylli, yau haylli .
. .
suena por las laderas y los valles de los Andes como an–
taño en los labios del hombre del Tawantinsuyu. Pos–
terior uso guerrero lo hizo canto épico para festejar las
victorias.
"Sumaq Ñustta" (VIII) pertenece al haylli
antiguo, de ambiente campestre. Es una poesía ambien–
tal del cielo punero cargado y relampagueante del mes
de febrero. Seguramente el ejemplo típico del haylli
quechua es el canto X:
Puka panti,
~/llnaq
ttika,
Qqomir pampa wayllarinsi.
(Panti
roja, flor hermosa,
Vuélvese
lozana
la pampa
[verde.)
Esta es una de las joyas poéticas más felices del folklore
quechua. Lo que la flor de
panti
es a los Andes, este
haylli es la flor poética más feliz que pertenece al espí–
ritu y mundo quechuas. Tiene todo el
Zeitgeist
de los
siglos quechuas, aun más, está perennizado en la natu–
raleza y la vida del hombre serrano formidable.
El haylli es esencialmente una expresión colectivista.
Se canta sólo en grupos con acompañamiento de instru–
mentos musicales o sin ellos.
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