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DJCCIONARIO FOLKLORICO DEL PERU
-¡Vaya con el
sel~ó c~wa q~te
pregunta má quer catecis-
_
mo! Son pá ta niña Doña
M
an-1N!Iüa que ayé yegó e la sie–
tm!- ...
Diciendo éso, la negrita -sofocada por el calor
y
ren–
dida con el peso del azafate- lo colocó un momento
Sf •br'~
el
Pilancón que existía frente a la qtie en nuestros días fué im–
prenta de EL NORTE, lo cual aprovechó
el
goloso clérigo
que tirándose sobre las chirimoyas como gato a bofes, _en un
daca las pajas las metió a su alforja, diciendo:
-Dile a tu
0.11úta la marqHesa q1te cuando estaban en el árbol, éstas eran
chirimoyas; que hasta hace un momento, eran
chirisuyas~
y
que ah01'a .
..
so1·1,chi1-imías!-.
Y espoleando a la mula, de-
jó a la negrita para que la paparan duelos. . .
_
Aseg~1ran
que cuando la marquesa se
1
enteró del lance,
exclamó despectivamente:
-¡No po1' tem,or a gorriones, se
dejd de sembmY cai"íanto 1es
!-
y siguió regalando chirimo–
yas!
CHISCO EN PEL SA.-Quedar más calato que chis–
co en
pélt
sa, e . aberlo perdido todo y no conservar sino la
sal <tlel autismo.
·
En el Norte
dice~
que el que ha llegado a esa condición
-falto de locro
y(
de amigos- está muy lejos de ser un des–
graciado.
En primer lngar, goza de perfecta salud física y espíri–
tual, pues Saint Pierre observa ésto:
la diete des aliments
no1ts 1'end1'e la santé
d~t
corp
,·
et celle des hommes, la
tranq~ti
ldé
de
l'
ame
(La dieta ele los alimentos nos procura la salud
del cuerpo,
y
la ele los hombres la tranquilidad del alma) .
En segundo lugar, como ·con toda propiedad el chisco en
pelusa puede exdamar:
Omm:a mea mec·nm. porto
(Todo lo
n:áo
lo llevó conmigo), está libre del tormento ele guardar
y
ele ·cuidar. Don Virgilio Dall'Orso aseguraba que muchos más
quebraderos ele cabeza daba conservar una fortuna, que ad–
quirirla.
No teniendo ni cera en el oído que dar, el chisLo en pe–
lusa vive solo, aislado. ¡Mej or! La Bruyére afirma:
Totü
n.otre mal, vient de ne p01woir etre .se1!1Jls.
(Todo -nuestro