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Las armas d·e que disponían los peruario.s eran ofen–
sivas
y
defensivas. Entre· las primeras,
la
m~
t ·emible era
clertamente la honda. Los nifios se e}ercitaban
desde
la
edad
de
7 afíos
en cazar los pájaros que
dev~tában
los
cam–
pos de maíz;
por
eso eran muy hábiles y muchos· éBpafioles
fueron muertos por los honderos, como Juan
P1zarró
e-~
el ·
sitio
d·el Cuzco.
Las
cuerd:as
de
esta arma se hacian de
l~ri&,
tCuero o fibra de cabuya; eran frecuentemente tejidas o bor-–
dadas; la
pie~ra ~era
redonda; cuando estaba calentada al
rojo blanco, inflamaba
los
techos de paja; · fué asi como se
incendió el Cuzco (1) .
~-~reborde
en su
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}li._""'.&til,;i.#Q""L\Il~·
or. La flecha
era, de manera
que su talón se
el palo
y
des-
armas, en 2
mi ones. ES curioso observar que
·es
esta ctfra la que indica
precisamente
Ane.UoOliva: "Sinsi...Roca hizo ejecuta.r el censo general de
los
hombres
en estado de carg¡a.r ar·mas,
y
encontró que eran
2
millones"
("Histoire du Pérou",
trad. franc.,
p.
41).
Pero es imposi•ble que
se
h31ya
alcanzado esta cifra en la época de Sinsl-'Roca, en la aurora de la dinastía.
de los inca-s, cuando el imperio no contaba sino con un reducido número
de tribus. Anello OUv·a
se
equivoca seguramente
en
cuanto a la época del
censo. Come los indios servían por relevo
y
eran llamados por décimas,
ese
llegó fácilmente
al
total de
200.000
hom1bres;
;per~
éste es un máximo
grande y ·esta cifra comprende a los portadores. Los aztecas eran indivi–
dualmente soldados más temibles que los quich'Qas, tenian mejores armas
y
un sentimiento patriótico
más
desarrollado; los peruanos los sobrepa–
saban, al contrario, por el número
y
por la disciplina (Friederici,
11
Der
Charakter der Entdeckung",
ob. cit., p.
243).
( 1)
Cieza de León,
'Crónicá", segunda parte, cap.
31.
Aun hoy dí•a los
Indios son muy hábiles en el manejo de la honda. Durante'
113.
guerra. de
"Queta", en
la
provincia de Jujuy, en la República
Arg~ntina,
un desta–
camento de
150
soldados del · ejército regular fué aniquilado
a
hondazos
por los indios
(Boman,
uAntiquités de Za région a.ndine",
'1i·
2,
p.
453).
Velasco atribuye las siguientes armas a los
~aras:
la pica, la lanza, el ha–
cha y
la maza.;
no
men~iona
ni la estólica nl la honda ("Historia" ,
t.
2,
p.
7).
Bello Gayoso. al hablar de los caña.ris, cita las
hond~,
las lanzas,
las
mazas,
los propulsores ("Relación" en "Relaciones Geográficas", t.
3,
p.
159) .
V. Urteaga ,
"El
ejército incaico". "Boletin de la Sociedad Geográ–
tlca de
Lima".
1920.
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