E L IMPERIO SOCIALISTA DE LOS INCAS
que .se aprovisionaban en los
tambos.
del camino. Los ejérci–
tos no tenían nunca nada que pedir ' a los habitantes; en–
contraban de todo en los almac-enes: alimento, vestidos
y
.
armas
(1).
Un soldado que hubiese tenido la ocurrencia de
exigir un grano d·e maíz
de
U:Q
habitante, o la de robarle,
habría sido inmediatamente condenado a muerte. ¡Qué
espectácul ·el de esos ·grandes ej-ércitos que recorrían el im–
perio sin que la población tuvi·ese que sufrir en lo más mí–
nimo a su paso,
y
qué diferencia ·con los ejércitos europeos
de otro tiempo
y
aun de ahora! (
2) .
Además dél ejér,cito regular, existía en el Cuzco la guar–
dia Pt::rmanente del
inc~a.,
formada por indios del Cañar
(3).
En
total, según
los
cronistas, bajo el reinado de
Huay-
na-Cápac, el
e·
tar
con .c-er·ca de
200.000
hom-
bres d·e guerr ,
res; pero· est
vas (4).
comprendi
ortado-
~~l:!J·he"'l.
·
er a
g
.
H
reser-
naCiOnal
,
(1) Ovieáo
y
V ·
enera,¡ "Hls..-
toria General". d .
. ,
( 2)
Las
e
.
refiriendo
minos sin coger u
árbole·s. cree un deber agregar: "Esto
no es fábula, sino ·verdad.. (".AJpologética", cap. CCLVI).
(3) Morua, "Historia'•, p. 1·57. Carta del virrey F. de Toledo, 24 de sept.
de 1572 (.J. de la Espada, "Relacíones Geográficas", t. 2, app.
I,
p. X). Esta
guardia no ha debido existir sino en vísperas de la conquista española,
habiendo sido unida tardíamente la provincia de Cañar al imperio por el
inca TUpac-Yupa.nlqui.
P.aa-a castigar la (fidelidad de los cañaris a su sobe–
r-ano legitimo HuásQar fué por lo que Atahualpa. destruyó su capital,
Tomeba.mba.
(4)
Jijón y
Oaa.ma.tí'o, "Un cementerio incásico ... ",p.
84 .-
Santa Cruz
Paohacuti, "Relación", p.
102.-
Herrera, "Historia General,, dec. 5, lib. 3,
cap. 14. Este autor habla más allá de
300.000
hombres reunidos por TUpac
Yupanqui para combatir a los Cha.ncas, luego de
200.000
hombres bajo l-as
órdenes de Huayn:a.-Capac en la guerra de Quito. Brehm y Hanstein re–
producen la cifra de
300.000,
que parece considerable
y
que a primera
vista parece ser sospechosa, con tanta mayor razón cuanto los historiado–
res son muy propensos a exagerar en este punto.
Se
sabe lo que h:ay que
creer de los ejércitos persas, romanos o aun de los de Carlom.agno: Sin
embargo, en este caso, dada la población del imperio, y sobre todo tanto
el sistema de
recl~tamiento
como las disposiciones tomadas
para
el avi–
tuallamiento, las tropas peruanas han podido ser realmente importantes.
Estimando el número de los habitantes del Imperio en 12 millones, el de
los indios de 25 a 50 a:fios de edad puede considerarse como un tercio de
esta cifra, o sea, 4 millones,
y
la mitad de hombres en estado de cargar
-337-
Im.perio.-22