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superabundantes que nos cuentan las gloriosas victorias de
los incas y nos muestran su superioridad guerrera sobre
~as
otras tribus, su
audac~a
·Y
s~
bravura invencibles, no son
· más que
l~ey~endas
(
nichts anderes als
Mii~ch~n).
Una vez
que los incas habían venciqo a his pequeñas tribus v.e,cinas,
1
•
una mayor expansión no ofrecía ninguna dificultad...
(1}
"?
Los
he,chos refutan también la absurda
a~cusa.ción
de
cobardía hecha
~contra
los
indios
por ·Robertson
y
Vilfredo–
Pareto.
Las
batallas sostenidas
e~tr,e
los ejércitos de Ata–
h!lalpa .y de Huáscar, en Ambato (Ecuador), en Quipay–
pan, cerca del Cuzco, -fueron
.encarniza~as.
8e insiste
soor:.e
la .poca resistencia of_vecida por los peruanos a los españo–
les; pero, ·Como ya lo hemos hecho notar, en esa época·
los
indios se
soberano
bastardo
1
1
es
estab
usurpado
que marc
indios.
de
e
risionero a ese
ueron indios del Cuzco los
d
ñoles contra
los
~*V'.#- ~~...-~-io--\.4-.1
.
.¿,..""'
la llegada d'e los blancos no jué
más
que
un
episodio
en
la gran. lucha entre los· incas
y
los
cara~
(2). ·
En ·Cuanto al desastr·e . d:el ejército de Atahualpa, una
v~ez
que éste fué tomado prisionero" por· los españoles, ello
se
explica muy bi·en. Hubo primero una v·erdadera traición,
porque ·el soberano peruano
re~cibía
a los extranjeros como
.
.
a amigos, s1n haber intentado detenerlos en .los desfilade-
ros
de la cordiHera, ló que le hubiese sido extremadam-ente
(1)
uDie
Soziale Verjassung",
p.
50.
. (2) Hanstein observa con razón que si los españoles hubieran llegado
algunos ·años antes, en la época en que reina'ba Huayna-Cé.pac, no habrían
conctuista.d-o tan fácilmente el Perú
("Die Welt ñes
Inka",
p. 134). Agre–
- guemos que sin l-a
~yuda
de los indios del ·Cuzco los españoles no habrían
podid-o nunca, con
los
ñébiles efectivos que poseí·an, someter el reino de
Quito.
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