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D
I
so·cialismo de Estado, en verdad, no tiene un gran rigor teó–
rico; tal como-ha· sido en;se:n.ada por
Rodber~us,
La Salle o
Wagner,
es
variable
y
se presenta sobre todo como una reac–
ción contra la ·escuela de
~Man.che~ter;
.pero, a despecho de
sus inc·ertidumbres, reposa sobre una "acción reguladora de
un poder·centra·l en las rela·ciones sociales" (1). Nunca .esta
acción sé deJó sentir_con más fuerza que en el P·erú, donde
'la demanda es estrictamente .
c~lculada
graclas a una
im–
placable fijación de las .necesidades, la oferta determin·ada
por una ·reglamentación minuciosa de la producción,.
y
la
adaptación de la oferta a la d·emanda
~egurada
por un sis- ..
tema :de estadísticas
y
de reservas .
·
~n
Europa,
1~
socialistas de Estado
~od.ernos
entie11den
respetar ·el orden existente, es decir, la propiedad privad·a
y
la ini·c.ativa individua ; alg
hubo también en el
Perú, .do d
ma
t
e
idades agra- .
rias que re
1 rde
su tiempo.
Así.
transpu
to
tado toma una
forma
uc
· . paises de pro-
piedad i
a
fundamento de
sociedad
otra parte, ésta ha ·podido facilitar
en cierta medida el establecimiento d-e un
s~ialismo
de Es..
tado, porque el anonadamiento del
lndivid~o
·en el interior
del grupo restringido lo ha preparado para dejarse absor..
ber por el Estado (2). Sin embargo, no pued.e
ap~icarse · llana
y
simplemente al régimen peruano la etiqueta de socialista;
el elemento igualitario no es absoluto,
y
los soberanos no so-
1am.ente respetan los islotes
d~e
propiedad que existen, sino
que contribuyen ·cpn sus donaciones a tormar otros.
Es másbiten, como lo dice Rist hablando del socialismo
de-Esta.do,
(1) Gide
y
Rist,
11
Histoire ·eles doctrines .économiques",
París, 1909, lib.
4, ea.p. 2.
(2) Tarde anota, citando precisamente a. los incas, que el hecho de
eontar por familia, como es. de uso en los paises de propiedad colectiva.,
con repartos periódicos del suelo, es prueba de la nulidad originarla del
lndivitiuo.
("Les transf01'mations
clu
Droit",
~.a
ed., Pa.rfs, 1922, p. 74).
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