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Estas tierras consagran ·el
derecho a la ·asistencia
de todos los
que aun no pue4en o no
puede~
ya trabajar. CiertosAndios
d·eslgnados en cada comunida(l tienen la carga de estas tie–
rras;
cu~ndo
juzgan oportuno el momento, suben sobre cual–
quier lugar ·elevado y, tocando la trompeta, invitan a los ha–
bitantes a concurrir al trabajo.
3.o
Las tierras de los indios capaces,
es decir, de los súb–
ditos aptos para trabajar.
4.o
Las tierras de los curacas, jefes militares
y
altos
tup,-
.
.
cionarios.
5.o
Las tierras del inca.
Este
trabajo constituia el princi–
pal tributo pagado al soberano; no era una innovación, por–
que los antiguos
sinsi
lo exigian en general de sus súb–
ditos (1).
ltivos ,es muy not·able, ya que antepo-
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.n-ctiüsf&e~p
blo a los jefes
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e a•cuerdo con
(1) A. de Vega, "De,scripción que
se
hizo en la provincia de Xs.uxa.".
"Relaciones GeogTáfica.s",
-e.
l,
;p.
84.
(2)
Ondegardo,
''De l'Etat du Pérou",
trad.
fra.nc., p.
301.-
Cobo,
"Historia", lib.
12,
cap.
28.-
Suárez, "Historia Genera.!", t.
1,
p.
218.
Suárez no revela. dónde adquirió
esas
informaciones. G.aroilaso narra
que un funcionario . \fué condenaJdo a muerte por haber hecho cultivar
las tierras de un curaca antes de
las
de una viUlda; ("Comentarios", Ub.
V,
cap .
2
•ry
8).
Varios autores
se
contentan con confirmar fieLmente
1-a.s
afirmáciones de Garcilaso; por ejemplo, Helps,
" The Spanish Conquest",
t ..
3,
p.
353; G.
Buschan,
"Die Inka und ihre kultur im altem Peru",
"La
cultura latino-amulcana",
·1915-191'8,
p.
424.-
Beuch·at,
"Manuel",
p.
659.
-172-
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