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D
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~
prenden ·una obra -dice Ondegardo-, comienzan por re–
partirse la tarea, que es subdividida en seguida entre cada
individuo; la parte de cada uno se llama
suyo.
El que prime–
ro acaba no ayuda a los otros, pues entonces éstos no harían
nada, ya
que,
contando cada uno con la ayuda del vecino,
avanzarla lo más lentamente posible" (1).
Los
suyo
o
suyu
~consist·en,
pues, en estrechas y largas
bandas de terreno paralelas, asignadas a los
hatunrunas
en
las tierras d·el inca y .del sol. Estos lotes no d·eben ser con–
fundidos ·con los
tupu
tomados sobre la tierra común
y
cuyos
productos pertenecen a los que las explotan.
-
.
Uno 4e los grandes méritos del inca es haber hecho de
es~
te trabajo de la tierra un
verdade.roplacer.
"Los incas ha–
blan dispuesto y reglamentado este servicio de tal manera
que los i' iÜos lo tuvieran p r
·ere y
~artida
de placer", dice
Copo; y
· de an
~
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las may re
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que ·e los tenían'
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~o.-JJo.il~.dofJA,j~"'l-Uw¡;¡·A-·ol
de la S·orpresa
de
los espaftoles, po–
co habituados a mirar el trabajo como un placer. Nunca
más perf·e·cta ·expresión en este mundo encontró el "'trabajo
·atrayente'' softado por Fourier (3).
(1) Ondegardo,
I(De
l'Etat
·du P·érou",
trad. frane., cap.
12.
Cobo
expli.ca. que los indios se ¡reputen el trabajo por por.ciones de terreno.
y efectuada esta repartición, llaman a sús mujeres e hijos para ser
ayudados ("Historia", lib. 12, cap. 28).
(2) "Historia", lib. 14, cap. 8.
(3) Sin embargo, F. Xavier Pe:fiaranda nos representa el trabajo en
Espa:fia como una fiesta en las tierra.S comunales, y Juan Costa anota que
P.ste
autor famoso habla de este trabajo a;bsolutamente en los mismos
ténninos que. el padre Cobo hábla de
los
peruanos en las tierras ·del Inca.
(.Pe:fia,randa,
"Re5clu-clón universal sobre el sistema económico
y
poli–
tico más conveniente a Espa:fia". Madrid, 1789.
J.
Costa. "Colectivismo
agrario ... ", p . 189) . Cabet, en su
-·v
oyage. en
1
carte"
(
1840) •
hace
gran–
des esfuerzos de im-aginación para hacer el -trabajo agradable en los ta- .
Ueres;
pero jamás en nuestros dias los instrumentos serán suficiente–
mente
per!~ctonados·
y
el am·biente bastante agradable para que el obre-
-170-