SERGIO . QUIJADA JARA
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PASl\iA MAlliAY
En la semana Santa de cada año se realizan grandes
transaccion~s
comerciales o ferias y sobre todo el sábado de
Gloria y el Domingo de Pascua de Resurrección, en los alre–
dedores de los baños termales de San Cristóbal. Por ambos
lados del sinuoso camino se levantan carpas de los negocian–
tes resignados
á
permanecer, en esos días, al rigor del
frío
y de la lluvia.
Generalmente el domingo de Pascua algún enamorado
majta que en otras ocasiones estuvo asechando a una pasña
buenamoza, lanza su primer intento con el propósito de
triunfar.
En esos días los indígenas bajan de sus "pagos", en gru:
pos, llevando sobre s1;1s espaldas "quipes" de
p~oductos
ori–
ginarios para rematarlos en la feria, después de una camina–
ta de dos o tres días, para una ganancia no más de
ci.ossoles.
Los solteros, sobre todo, usan vestidos de mútiples colores
adornados con cintas y cordoncillos portando én los sombre–
ros hojas y flores silvestres, alegran el ambiente con música
y cantos típi.cos. Entre estos hay algún audai que se siente
enamorado de una pasña convirtiéndose eri su infatigable
perseguidor hasta que, burlando la atención de sus familia–
res, le quita ya_sea una manta, su llicllita, sombrero, prende-'
dor, etc., emprendiendo luego veloz
carr~ra
para no ser al–
canzado por los p,arientes de la pasña. Desde este momento
tiene, por lo menos, la esperanza de ser su pretendiente.
El mozo lleva la prenda
a:
sus padres- y les manifiesta su
intención de ser "hombre de estado" y con la venia y acuer..
do respectiyos manda preparar comidas
especiale~
sobre to–
do dulces a ba:¡;e de chancaca. Estas cosas son enviadas de re–
galo a los padres de la pasña con algún•pariente o amigo que