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LA FIESTA DEL NIÑO PERDIDO
Én la antevíspera (14 de enero) simulan llega,r negros
disfrazados de la costa, montados sobre burros y caballos tra··
yendo aguardiente en barriles, picos, lampas, sandías, uvas
y mangos. Son doce negros, también acompaña un hombre
disfrazado de negra llama "mariarosa" o "Marica", con su hi–
jo sobre la espalda portando además una gallina. Abriendo
camino por entre la concurrencia, pasa el "Huajra senja" con
su gran tronador (látigo que revienta a semejanza del true–
no) con una máscara de rostro español.
'El cortejo comienza de "Yananaco" hasta Ja plaza de
Sto. Domingo. Todos llegan trepidando por la super excita··
ción de la terciana. En cada
esqui.nael "huajra senja" o en
veces el "Caporal" o jefe, leen sus "manifiestos'', explicando ·
el motivo de sus viajes. IDntre otras cosas dicen, por e¡emplo ·
_
_,,
De all4 traemos el vino que es zumo de la uva
y
aquí tomaremos e·z vino, zumo de la coronta (chicha).
Así lleg·an hasta la casa del Mayordomo o a la del '·Autor",
que por supuesto ya saben de antemano.
En la tarde del día siguiente salen disfrazados con 'mo·
nillos de múltiples colores, sombreros de paja, pantalón blan–
co, en las manos llevan una campanilla y un pañuelo de co–
lor. Recorren las calles al compás de una pequeña banda de
"cachimbos". EJ. "abre campo" es el "huajra .'Senja" que usa
botas y que revienta el espacio con su gran "tronador". La
parte central y jocosa constituye la· negra "Marica" que lle··
va una "Huisla" o cucharón de madera y urm canasta: "siqui–
sopa", es decir, abultados los glúteos con trapos, imitando la
usanza colonial, además lleva un gran pañuelo que le sirve