SERGIO QUiiADA JARA
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LA FIESTA DE SAN SEBASTIAN
El
19 de enero, que es la víspera, más o menos a !.as ocho
de la noche sale la Imagen del Templo de su nombre y i·eco–
rre alg·unas calles principales, deteniéndose en los locales pú–
blicos de las autoridades de la provincia. La procesión es
acompañada de mucha.chas simpáticas llamadas "damas... El
anda está rica
y
vistosamente adornada por sus cuatro cos–
tados de "quilles", es elecir, unos mantos especiales cubier–
tos de aretes, anillos, aros, gargantillas, collares, diademas,
prendedores, sortijas, etc., de orp y además con colgajos de
godos alrededor del manto. En muchas ocasiones, cuentan
los mayorclomos, han visto hasta onzas de oro macizc. Estas
alhajas son de propiedad de las personas más acaudaladas de
la
lo.calid~d·
que en esta fiesta tienen el orgullo de lucir lo me–
jor que poseeh con el firi de salir triunfantes ante los demás.
Luego la procesión se dirige
a-
la casa del Mayordomo. Du–
rante la noche los devotos "velan" a la imagen bebiendo y bai–
lando al compás de la band'a de "cachimbos".
Al día siguiente conducen al santo a su iglesia, donde el
"taita cura" -previo pago- celebra una gran misa. Luego
acompañan ep procesión hasta la casa del MaYQrdomo.
Aq~í
recogen sus respectivos dueños las prendas y la imagen <::s
dejada en su I glesia.
Para esta fiesta, muchas veces, espontáneamente algún
devoto se lleva a su casa un santo en miniatura llamado San
Fabián durante el año, en caso contrario, el mismo Mayordo–
mo tiene la 0bligación de volver a realizar la fiesta al año si·
guiente. El .Mayordomo hace su "yaycupaco" a cinco perso–
nas, comprometiéndolas para que les ayuden en el festejo.
El
"yaycupaco" consiste, en llevar de obsequio sabrosos platos
d~
cuyes, gallina, etc., dulces y vinos añejos. Comprometidos
los cinco individuos, uno de ellos se encarga de vestir al San–
to y los cuatro restantes se encargan de
¡;_~unir
las alhajas y