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¿Cómo debemos arreglar este asunto?, interrogó al perri–
to. De la siguiente mánera:
Cuando llegue tu novio -dijo el perrito- a media no–
che te va a querer llevar, entonces montaremos•en un caballo
iremos adelante croduciendo: jabón, peine
y
aguja. Cuandc
lleguemos a su casa, no vas a querer
~ngresar
y
desviando el
camino huiremos a todd galope, pat'a escaparnos de sus her–
manos, los .diablos. Ellos nos seguirán con igual velocidad, en·
tonces arrojaremos primero el jabón
par~
que el camino se
convierta en zanjas de barro
y
lodo, luego el peine
y
ia agu•
ja para que se conviertan en inmensos montes de espinas,
y.
miootras sufran para salvar estos qbstáculos, nosotros
ll~ga
remos a un Convento, ingresarás a esa casa sagrada
y
llegarás
a ser una santa. Y así fué.
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